2021 ha sido el año en que más herencias se han rechazado de toda la historia. Según los datos del Consejo General del Notariado, este año se han renunciado a más del 15% de las sucesiones, lo que se traduce en unas 55.000 en todo el Estado y unas 10.000 en Catalunya. Se trata de una cifra nunca vista que los expertos explican por la crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus y por los altos impuestos a que tienen que hacer frente los beneficiarios, inasumibles en este contexto.
Según apuntan fuentes del CGN en el Cinco Días, en la mayoría de casos eso pasa porque la persona que tiene que recibir la herencia no tiene capacidad para hacer frente. Y eso puede ser por dos motivos: o bien porque el difunto ha dejado más pasivo que activo, es decir, tiene deudas que el beneficiario tiene que asumir, o bien porque los impuestos a pagar son más altos que el valor de la herencia. Esta es una situación con que cada vez se encuentran más ciudadanos y es, que, por ejemplo, cuando alguien recibe una vivienda como herencia pero no recibe líquido, los costes asociados a poder disponer de la vivienda son más altos que el valor de esta. Eso se explica por impuestos como el de sucesiones o las plusvalías municipales de los bienes inmuebles, entre otros, que hacen inviable poder aceptar la herencia.
Cambios urgentes
Estos últimos datos confirman la tendencia alcista a la renuncia de herencias de los últimos años. Si cogemos toda la serie histórica, que empieza en el 2007, vemos el número de rechazas fue de 2.487 mientras que en el 2020 la cifra creció considerablemente, más del triple, hasta las 8.644 renuncias en Catalunya. En España ha pasado un fenómeno parecido llegando hasta las 44.562 en el 2020.
Es por este motivo que después de ver los datos de 2021 y la tendencia de los últimos años, cada vez son más los expertos que reclaman modificar con urgencia estos tipos de impuestos, y más en un contexto de crisis económica y una alta mortalidad derivada de la covid.
La excepción en Catalunya
En nuestra casa, como medida excepcional, el Govern de la Generalitat ampliará a dos años el plazo de pago del impuesto de sucesión por las muertes causadas por covid-19. Un cambio que se introduce por el aumento de solicitudes de ampliación recibidas a lo largo de los últimos meses para posponer el pago, que hasta ahora se podía aplazar hasta un año, con los intereses correspondientes.
Si bien es cierto que esta medida supondrá una reducción de los ingresos, hay que tener en cuenta la poca liquidez que supone una gran parte de las herencias y considerar que se trata de una medida temporal, con lo cual, los ingresos que se dejen de recibir los próximos dos años, se recuperarán posteriormente. Además, hay un gran número de herencias que están formadas por bienes que suponen poca liquidez, eso hace que la reducción de la fuente de ingresos que supone este impuesto no sea tan drástica como la que supondría en caso de que se modificaran otros impuestos.