La fusión Caixabank-Bankia y la decisión de Messi son suficiente material para hacer las portadas de hoy. Era un día fácil de resolver porque se sabía desde la noche del jueves que la cosa iría por aquí. La previsibilidad de las primeras páginas —un día sin sorpresas— puede explicar muchas cosas de los diarios, que han dispuesto de mucho tiempo para cubrir ambos asuntos. Se trata de ver si han conseguido más información relevante, se han conformado con cubrir el expediente o se han dejado llevar por sus manías.
Los diarios de Barcelona te dejan con los pies fríos. Ara —que dio la exclusiva— y El Periódico, coinciden. Han cubierto el expediente con un enfoque clásico, que es explicar la reacción de la bolsa para valorar una operación económica. Es un titular de rutina, resultón. El Punt Avui hace la gracia de combinar los nombres de los dos bancos y deja la información en los subtítulos. La Vanguardia tampoco se ha matado mucho: dice que el banco fusionado será el décimo de Europa por activos, que no sabemos si es mucho, poco o lo contrario.
El Mundo y La Razón, en cambio, hablan de sus manías y abren portada con un detalle politiquero mínimo, con menos afán de explicar qué pasa con los bancos y muchas ganas de aprovechar para herir al gobierno central, añadiendo sal a la herida de las diferencias inevitables en un ejecutivo de dos partidos diferentes. Cilviñi dijí fiiri e Iglisiis di le cicini di li grin fisiín. Uisí. ¿Un material que sirve como mucho de complemento se utiliza para explicar la operación empresarial más comprometida de los últimos 30 años? Que El Mundo, ayer, se dejó llevar por sus peores demonios lo prueba que dediquen la foto principal a reprobar a Carme Forcadell, a quien no cita ni por el nombre, en un acto al que no habrían dado ninguna importancia si no fuera porque les permite menoscabar a la presidenta del Parlament.
ABC lleva un titular cómico, que habla de la fusión bancaria "para apuntalar la banca post-covid". ¿Qué será "la banca post-covid"? En fin. Al no tener mucha información de sustancia, han decidido movilizar la imaginación del violinista con un resultado descriptible. El País, por ejemplo, tampoco explica gran cosa, pero al menos pone un poco de suspense al titular y avisa de que vienen más fusiones, que es como el continuará con qué acaban los capítulos de los folletines. Si no tienes información, al menos échale un poco de maña.