Muy curioso cómo El País nunca ha abierto estos últimos días su portada impresa con la magnitud de la tragedia de la huelga del transporte. Más curioso si lees su cobertura en la web, que anoche abría a toda castaña con el paro y sus consecuencias, aun no graves pero casi. Esta es la primera pantalla de la web del diario ayer a la una y pico de la madrugada (debajo de la pieza tienes la portada de papel, por quieres compararlas):
El País, guste o no, es el diario de referencia de España. Lo es porque las embajadas y los corresponsales extranjeros así lo consideran. El diario, no hace falta decirlo, conoce perfectamente su posición. Por eso es desconcertante que ignore el tema en su portada de papel. Qué aparece y cómo en la portada es una decisión, digamos, única y definitiva, y la elección de los hechos del día anterior que se consideran relevantes viene a ser una foto del criterio informativo de los responsables de la redacción del diario. Por eso tiene interés —perdona la pedantería— Quioscos & Pantallas. Si no fuera por el valor de la portada impresa, esta pieza sería la autopsia del cadáver de la realidad de hace diez o veinte horas, de un mundo muerto que ya ha cambiado, de un artefacto —el diario de papel— que agoniza.
¿Cuál será el motivo que ha llevado a El País a no poner en primera página más que la propuesta del gobierno español de gastar 500 millones de euros en subvenciones al precio del gasóleo? Sólo ayer y por debajo de la página. Puedes pensar que se extralimitan en su afán de proteger al Ejecutivo de Pedro Sánchez pero cuesta creerlo. No será por falta de apoyo de El País a la coalición PSOE-Podemos pero, en este caso, es demasiado. Es extraño, porque los hechos están a la vista de todo el mundo. Pedro Sánchez y sus ministros han reaccionado tardísimo a la huelga —activa desde el 14 de marzo— y han querido intervenir negociando con entidades que no representan a buena parte o a la mayoría de los afectados. Las ministras encargadas de resolver el tema —Nadia Calviño, vicepresidenta económica, y Raquel Sánchez, titular de Transportes— no sólo no quieren recibir la representación real de los transportistas rebeldes, sino que les acusan de estar manipulados por la extrema derecha y favorecer la agresión militar de Vladímir Putin a Ucrania. Entretanto, Sánchez espera que la Unión Europea diga algo, mientras países como Francia o Austria ya han tomado medidas... que gustan a los huelguistas. La sombra del desabastecimiento se cierne sobre sectores enteros de la economía, especialmente el agroalimentario, y sobre la despensa de gente como tú. Las pérdidas en la cadena alimenticia de la primera semana de paro ascienden ya a 600 millones y 100.000 puestos de trabajo están en riesgo, según las patronales del sector del consumo. En fin, que es muy raro, más todavía si comparas la primera de El País con las del resto de diarios.
También tiene gracia como El Punt Avui y Ara abren con el anuncio de un decreto para proteger la lengua catalana en la escuela. Oficialmente, se trata de "reforzar el modelo de escuela catalana y dotar de mayor seguridad jurídica a los proyectos lingüísticos de los centros", según dijo ayer el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray. Esta regulación despliega el título II de la Ley de Educación de Catalunya, aprobada hace... 13 años. Cambray no concretó como la nueva normativa conseguirá aquellos objetivos y dará respuesta a la imposición arbitraria del 25% de castellano en las aulas hecha por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Por eso sorprende la ingenuidad de los dos diarios. Son bien conscientes de que con la lengua viaja el propio país y querrían ver en las generalidades y buenas intenciones del conseller una acción decidida y determinante, que, de momento, aun no existe. De hí el entusiasmo de las portadas. Que el periodismo debe ajustar cuentas con los gobernantes se dice para momentos así. A veces, sin embargo, la ilusión sincera o el interés noble de los periodistas nos hace ver tras las palabras vacías de gobernantes y poderosos la realidad que desearíamos... y resulta que sólo es el borrador.