Después de meses de rumores, finalmente el Ministerio de Fomento anunció la inversión de -en principio- 464 millones de euros en la conexión del aeropuerto de Girona y El Prat, para convertir, a efectos prácticos, el gerundense en la cuarta pista del Aeropuerto del Prat. La conexión se hará a partir de la construcción del apeadero del Tren de Alta Velocidad (AVE) que unirá los dos aeropuertos. Con esta inversión millonaria, Fomento también prevé ampliar la terminal de pasajeros en 70.000 m2 más y guanyar 55.000 m2 de plataforma de estacionamiento de aviones.
Así lo anunció el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en el que dejó claro el objetivo: absorber la demanda creciente de las aerolíneas en Barcelona. Así pues, por una parte, la iniciativa se prevé que oxigenará las instalaciones de El Prat, donde el incremento de los vuelos de bajo coste no deja de aumentar. Por otra parte, también amortizará el aeropuerto Girona-Costa Brava, una infraestructura desperdiciada desde que el 2010 Ryanair lo dejó para irse al Prat.
Girona, contenta
En este sentido, el director del aeropuerto Girona-Costa Brava, Lluís Sala, ha asegurado en declaraciones en el ACN que esta unión es muy positiva por el territorio, y ha asegurado que "con el Prat formaremos una de las mejores parejas aeroportuarias de Europa", pero rechaza que se les considere la cuarta pista del Prat, reivindicando que "Girona aporta un producto cumplido al sistema aeroportuario".
Sin embargo, Sala ha reivindicado que el aeropuerto de Girona no tiene que ofrecer servicio sólo en las comarcas gerundenses, y que ahora con la conexión del AVE, "ampliamos nuestra oferta y se incrementarán claramente los pasajeros que quieran ir a Barcelona", prevé Sala.
Presupuesto sin plazos definidos
De la inversión total prevista, que probablemente se concretará a partir del 2022, 55 millones de euros servirán para construir una nueva lanzadera que conectará con los centros de las dos ciudades, Barcelona y Girona, y también con el Aeropuerto del Prat, según la planificación que hacen Aena y Adif, el inversores mayoritarios de la operación.
Por otra parte, 265 millones más se destinarán a mejorar las instalaciones de Girona-Costa Brava, que cerró en el 2017 con casi dos millones de pasajeros, un aumento del 17% en relación con el 2016. Con el nuevo plan de Fomento, dado a conocer bajo la vigencia del artículo 155 de la Constitución que delega en el Gobierno central la gestión de la Generalitat y que globalmente planifica un gasto de 1.929 millones de euros, se prevé un aumento del número de pasajeros importando, aunque Sala no ha querido concretar.