Parece que la subida del precio de la luz no hay quien la pare. Mañana se convertirá en el día más caro de la historia y será el cuarto día seguido con un máximo histórico, marcando un precio de 140,23 euros el megavatio hora por término medio. De hecho con esta nueva subida, el precio ha aumentado casi 10 euros en solo 48 horas y 8 en las últimas 24.
Según datos del operador del mercado OMIE, si se compara con lo que se pagó el primer jueves de septiembre de 2020, 46,16 euros/MWh, el precio mayorista de la electricidad, que en España se usa para calcular la tarifa regulada, se triplica. Por franjas horarias, el precio para mañana oscilará entre los 148 euros/MWh que costará entre las 10 y las 11 de la noche, y los 137,45 euros que se pagarán entre las 5 y las 6 de la tarde.
Si comparamos el precio que pagaremos mañana con el de hace una semana, el precio ya se ha disparado un 14,2%. Durante el mes de agosto, y en plena ola de calor, el precio fue marcando récords uno detrás del otro, provocando que el precio medio del mes consiguiera los 106 euros/MWh. Esta cifra supone el mes más caro de la historia, después del de julio, que ya marcó por sí mismo un nuevo récord, con un precio de 92,4 euros. De un mes a otro, el precio de la luz se ha encarecido hasta un 15%.
Sin respuesta política
A todo eso, y con aumentos desorbitados día tras día, seguimos esperando una respuesta política del Gobierno. De hecho, esta misma semana la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya descartó cualquier intervención pública para fijar precios máximos o mínimos en el mercado mayorista de la electricidad. Solo comentó que, en principio, desde el ejecutivo introducirán cambios en la tarifa regulada PVPC para tratar de estabilizar la factura de la luz, sin explicitar qué cambios serían.
En una comparecencia en el Congreso, Ribera se defendió asegurando que ya existe una "prohibición expresa" en el ámbito europeo para fijar precios en los mercados mayoristas, establecer precios máximos o mínimos y también la obligación de aplicar precios marginales, y además añadió que el Gobierno "nunca impulsará la adopción de medidas que sepamos de antemano que son frontalmente contrarias al derecho comunitario" porque considera que "es lo peor que se puede hacer".
Según Ribera, uno de estos "límites" que no se pueden traspasar es la fijación de precios mayoristas regulados, que "se tienen que establecer en función de la oferta y la demanda". Por lo tanto, tampoco el establecimiento de precios máximos o mínimos, ni esquivar los "precios marginales en el mercado mayorista". Tampoco se puede prohibir el "acceso al mercado mayorista" de ninguna tecnología. "Nos puede gustar más o menos, pero hay que respetar el derecho europeo vigente".