El frío de inicio de año ha encarecido los precios de la luz. Las dos primeras semanas de enero el kWh de luz ha aumentado un 12% su precio con respecto al año pasado, según ha denunciado la asociación de consumidores Facua en un comunicado. Por término medio, el precio de la energía consumida por los usuarios con la tarifa semi-regulada (PVPC) ha sido de 16,72 céntimos por cada kWh, delante de los 14,93 de los primeros catorce días del año pasado.
Si sigue esta tendencia, la asociación alerta que el usuario medio pagará una factura a finales de mes de 80,38 euros, es decir, 6,53 euros por encima de las tarifas aplicadas en el 2018. Delante de este escenario, Facua-Consumidores en Acción ha criticado que el gobierno español no emprenda "medidas de alcance" para abaratar el recibo y ha reclamado la rebaja del IVA de la luz al 4% y la creación de una tarifa regulada por las familias que no superen los 10 kW de potencia contratada y determinados límites de consumo.
Durante el año pasado los españoles pagaron tres de las cinco facturas de la luz más caras de la historia, han apuntado. Según la asociación de consumidores, centenares de miles de familias no pueden hacer frente a la factura eléctrica. Para reducir el precio de la luz, Facua ha pedido al gobierno español que rebaje el IVA de la electricidad al 4%, una medida que, según sus cálculos, supondría un ahorro de casi 130 euros anuales a los usuarios por término medio.
La asociación de consumidores también ha propuesto al ejecutivo de Pedro Sánchez que cree una tarifa regulada para todas las familias que no superen los 10 kW de potencia contratada y determinados límites de consumo teniendo en cuenta "los desproporcionados precios de la luz", la "ausencia de competencia del sector" y "la situación económica" de los españoles. "Con el debido desarrollo normativo, esta fórmula no implicaría contradicciones con la legislación comunitaria", han asegurado.
En más, Facua ha advertido que los "cambios leves" introducidos por el gobierno socialista para percibir el bono social "siguen sin garantizar descuentos significativos" y mantiene unos niveles de renta excesivamente bajos para acceder -excepto a las familias numerosas, que pueden beneficiarse todas.