La producción de cava en España bajó un 12,1% en el 2018 al acumular los efectos de la caída de las ventas de la campaña de navidad de 2017, para la que había unas expectativas de venta mayores y que estas hicieron que se produjera más y después se acumulara stock al no cumplirse. A pesar de que el presidente de la Denominación de Origen Cava (DO Cava), Javier Pagés, acompañado por el director del Institut Català de la Vinya y el Vino (Incavi), Salvador Puig, no quiso utilizar el término 'boicot', comentó el efecto de las "turbulencias" para explicar la disminución de ventas al fin de 2017 y la incidencia que ha tenido en la evolución de la producción de cava en el mercado nacional durante el año pasado: "Yo la palabra boicot la evito".
En una rueda de prensa celebrada ayer, Pagès remarca que, aunque la caída del 12,1% en expediciones —producto acabado por las bodegas—, "puede parecer importante", los datos del consumo de cava en España muestran que en el 2018 no disminuyó sino que creció tanto en volumen como en valor, con un aumento del 0,3% y 2,9%, respectivamente. Al mismo tiempo, señala que esta tendencia se "confirma" con los datos de producción de cava registrados para el primer trimestre de 2019, con una subida del 33,4% para el mercado interior y del 0,8% para el mercado exterior.
La DO Cava produjo un total de 244 millones de botellas en el 2018, un 3,2% menos con respecto al año anterior, por un valor de 1.146,8 millones de euros, un 0,2% menos, y exportó 165 millones de botellas, un 1,8% más con respecto al año pasado y con un valor un 4,3% superior.