Cuando pensamos en una startup normalmente el primero que viene a nuestras mentes es un proyecto innovador, nunca visto antes, pero no siempre es así, porque una startup también puede mejorar aquello que ya existe, como el caso de Project Lobster, una empresa emergente nacida en Barcelona que está revolucionando el mundo de las ópticas. Y es que hasta ahora, según asegura su fundador y CEO, Oscar Valledor, era un negocio con muchos intermediarios entre la fabricación de las gafas y el cristal hasta llegar a manos del cliente finales, una cosa que hacía que el sector fuera, y todavía sea, muy poco eficiente y que el producto final acabara siendo mucho más caro que el de fábrica.
Una vez visto lo visto, Valledor se propuso revolucionar el sector con un doble objetivo, en primer lugar, eliminar a todos estos intermediarios con el fin de bajar el precio y ser más competitivos fabricando sus propias gafas y cristales, y combatir la gran fragmentación que vive el mercado óptico entre tiendas minoristas y grandes cadenas que reúnen unos 10.000 emplazamientos a todo el Estado. Además, han estado capaces de digitalizar el sector con su plataforma de venta online siendo capaces de tener llegar las ojeras en su destino en menos de 24 horas. En definitiva Valledor asegura a ElNacional.cat que su objetivo era poner al día el sector de la óptica. Es por eso que desde su nacimiento ya han conseguido poner en marcha tres tiendas y esperan tener 18 antes de acabar en el 2023 y llevar así su proyecto por todo el Estado. Más a largo plazo la idea es acabar teniendo unas 50 hacia el año 2025. Ahora bien, Valledor remarca también que el crecimiento tiene que ser completamente sano porque el objetivo no es quemar dinero, sino que la empresa sea rentable.
Para hacer más próximo el producto, Valledor explica que la mayoría de su producción, cristales incluidos, se hace a Catalunya, aunque una parte de los productos todavía se tienen que fabricar en el Asia. Y es que tal como asegura Valledor, más allá de todo, la idea es provocar impacto, crear una empresa rentable que transforme un sector cambiante las reglas de juego para hacerlo más sencillo y eficiente bajando los precios para los clientes finales sin perder ni gota de valor.
Con el fin de llevar todos los planes de la empresa a cabo, Lobster ha cerrado una ampliación de capital de 1,2 millones de euros para seguir mejorando el producto y seguir su expansión dentro del Estado y ser, a medio-largo plazo, los impulsores de una nueva manera de consumir la óptica creando una nueva división dentro del sector, más asequible y con más calidad gracias a ganar eficiencia ofreciendo un producto innovador.
¿Cómo surge la idea?
Lo verdaderamente disruptivo de Lobster es que ha entrado en un sector plenamente establecido de nuestra sociedad, gran parte de todos nosotros llevamos gafas o llevaremos en algún momento de nuestras vidas, y lo ha transformado aportando un nuevo valor al negocio. ¿Ahora bien, cómo surge la idea? Pues surge de cuando Valledor se tuvo que comprar sus primeras gafas en una fama óptica barcelonesa. En el proceso, costoso y lento, vio que alguna cosa no iba bien y para él fue un trámite pesado y largo del cual no salió del todo contento. Años después, una vez llegado a la universidad decidió sacar adelante el proyecto gracias al concurso Santander Explorer, y el resto es historia.