El año 2020 no ha sido fácil para la mayoría de las empresas. Este ha sido el caso de Puig, la empresa familiar catalana, que durante el 2020 vio cómo sus ventas se reducían un 24% en términos interanuales hasta los 1.537 millones, presentando, finalmente, unas pérdidas de 72 millones de euros al cabo del año.
Estos resultados representan los peores de la historia reciente de la compañía y, según ha asegurado el CEO de la empresa, Marc Puig, son debidos al confinamiento y el distanciamiento social, que han provocado una reducción del consumo de perfume y moda. Sin embargo, Puig ha asegurado que la compañía prevé una fuerte salida de esta crisis, duplicando resultados dentro de dos años y triplicándolos en el 2025, lo que se hará a través de la cartera actual de la empresa, ya que se confía recuperar el 100% del negocio en los próximos años.
El CEO ha destacado que la evolución del Ebitda "demuestra que la empresa sigue generando caja" a pesar del impacto de la Covid-19, que ha provocado una reducción significativa en la venta de perfumes, maquillaje y vestidos de fiesta, ha detallado el directivo.
Durante el 2020, Puig decidió reestructurar la empresa en tres divisiones: la de perfumería tradicional; la marca de maquillaje Charlotte Tilbury, que adquirieron el año pasado, y la recién creada Derma, que incorporará compañías como Uriage y Apivita, así como Isdin. El freno provocado por el coronavirus, no obstante, no ha hecho que la empresa se pare en su expansión y buena prueba de esto es el lanzamiento de la línea de maquillaje de Carolina Herrera o la apertura de varias tiendas como la de Dries Van Notan en Shangái, la primera de la marca en el continente asiático.
Esta modificación organizativa supone un cambio de política respecto de los últimos 15 años, en los cuales el grupo se definía como "una compañía que construía una imagen de marca en la moda y que traducía esta imagen a la perfumería". Una vez logrado el objetivo de representar el 10% de la cuota de mercado mundial del sector, Puig ha decidido alterar este funcionamiento para aprovechar la tendencia mundial que da como resultado un mejor comportamiento de las marcas de maquillaje y los productos dermatológicos.
A pesar de la bajada de las ventas en general, Puig ha aumentado sus ventas digitales, que el año pasado representaron el 28% de la facturación total de la empresa y de hecho se espera que esta cifra aumente hasta el 30% de la facturación total de la empresa dentro de 4 años. Otro gran factor de crecimiento de cara a los próximos años para la empresa es la previsión de gran crecimiento en el continente asiático, que de cara a 2025 se prevé que represente el 25% de la facturación de toda la empresa.
Por el contrario, durante 2020 la compañía vio cómo sus ventas en los aeropuertos se reducían un 71% a raíz de la gran reducción de los vuelos internacionales a causa de la Covid.