La sombra de la cancelación del Mobile World Congress no se borra, y todavía hará falta tiempo para que se olvide. Hoy ha vuelto a ser tema de pregunta en una conferencia en el desayuno-coloquio organizado por Foment del Treball y PwC, en el que el invitado ha sido el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró. El conseller ha asegurado que si hubiera habido "un caso de coronavirus durante el Congreso de Móviles de Barcelona habría sido "el fin para todos" y que la opción de cancelar el acontecimiento era la única opción ante la situación de pánico provocada por el virus.
Puigneró ha explicado que había tres opciones: la primera era seguir adelante con el congreso con la mitad de los pabellones, con lo cual "la imagen habría sido fatal"; la segunda, aplazarlo unos meses, cosa que ha considerado la "peor" opción, y que además, fuentes de Fira han asegurado a este diario que sería muy complicado encontrar otras fechas porque hay congresos cada mes; o suspenderlo, que finalmente fue la decisión de que se tomó, porque, "si hubiera habido un caso de coronavirus en el congreso, hubiera sido el final para todo el mundo".
Así pues, Puigneró no ha salido del guion prestablecido entre los agentes participantes del congreso y ha insistido, una vez más, en que la única opción era cancelar el acontecimiento de este año y "conjurarnos por hacer en el 2021 el mejor Mobile". Al mismo tiempo, ha afirmado que "no hay ninguna duda" que la GSMA (la entidad organizadora del congreso) quiere seguir haciendo el congreso en Barcelona.
Ha recordado que durante los últimos años, el Mobile ha tenido que "cabecear" con diferentes problemas y que este año, a medida que se acercaban las fechas, pensaba en qué amenaza estaría la que tendrían que afrontar. Aunque ha mostrado el suyo con respecto al derecho a la huelga, ha dicho que un mes antes del Mobile, muchos sectores, como los taxistas, el sector del transporte o la limpieza del Aeropuerto de Barcelona, se ponían a hacer huelga y eso no ayuda.
Pero este año era la edición perfecto: conflicto político relativamente calmado, Gobierno formado, ninguna huelga convocada... "Este año lo teníamos muy controlado y pensábamos que tendríamos el Mobile más tranquilo de la historia", ha asegurado Puigneró, y, entonces, apareció un "fenómeno exterior que empezó a provocar un pánico escénico" y ha reconocido que el día que cayó Ericsson empezó a ver que la cosa no iba bien.
Ha atribuido la decisión de las grandes corporaciones de suspender su presencia en el Mobile a no querer afrontar el riesgo de enviar trabajadores aquí y que cogieran el virus. Durante su conferencia, Puigneró ha explicado que tener el acontecimiento tecnológico "más importando del mundo", sirve como elemento tractor para impulsar el sector tecnológico a Catalunya y como "palanca imprescindible" para salir adelante con la actual "revolución digital".