Las pequeñas y medianas empresas catalanas han vuelto a ganar el pulso a las grandes empresas. Han vuelto porque desde el estallido de la crisis no conseguían ganar peso en el PIB catalán. Así lo pone de manifiesto el Anuario de la Pyme catalana de la patronal Pimec que detalla la mejora de los resultados económicos y financieros del sector. En concreto, la pyme catalana ya representa el 59,1% del PIB catalán en 2015, lo que supone un punto y medio más que en 2014. Entretanto, las grandes empresas han perdido ese mismo punto y medio y su contribución al PIB cae al 36,3%. El 4,6% restante corresponde a la Administración Pública y la Seguridad Social.

"Por primera vez en los últimos años se ha roto la tendencia de las pymes a perder peso", ha asegurado el director del Observatorio de Pimec, Modesto Guinjoan, justo antes de destacar que entre el 2000 y el 2015, han mejorado las ratios de solvencia, liquidez y tesorería a la vez que ha bajado la ratio de endeudamiento en beneficio de los recursos propios. "Las empresas seguirán invirtiendo pero más en sus recursos propios", ha añadido. Y de la misma forma que se ha reducido el endeudamiento, también se han reduit los plazos de cobro de las pymes. De los 95 días del 2000 a los 80 días del 2015.

Según los últimos datos, hay 497.264 pymes en Catalunya, un 3,1% más, y dan trabajo a 1,75 millones de personas, un 4,6% más. Todavía hay, sin embargo, una gran tarea pendiente: la exportación. En este caso, las pymes industriales exportadoras pierden claramente el pulso con las grandes empresas exportadoras: un 26,5% versus un 84%.

Las leyes, en contra

El presidente de Pimec, Josep González, ha asegurado que los datos del anuario suponen "una sorpresa positiva". Ahora bien, no ha dudado en alertar de que hay leyes de que "van en contra" de la dimensión de las pymes. A modo de ejemplo, ha recordado que una compañía se encuentra bajo "la tutela de las inspecciones de Hacienda" cuando supera los seis millones de facturación y eso hace que haya empresarios que prefieran crear una nueva empresa antes que aumentar la dimensión de la ya existente.

En este sentido, el conseller de Empresa i Coneixement, Santi Vila, ha reivindicado el papel de las pymes como motor del tejido económico catalán al mismo tiempo de crear riqueza y empleo y las ha emplazado a "jugar fuerte la carta de la internacionalización y la innovación". Y en última instancia, también se ha mostrado preocupado por los discursos "turismofóbicos". "Estaría bien no olvidar de dónde venimos y dónde nos la jugamos", ha concluido.