A un mes y medio para las ajustadas elecciones en las Cámaras de Comercio, la campaña electoral sigue más viva que nunca. Ramon Masià, el candidato presidenciable a Barcelona de la lista Vamos por trabajo, aglutina candidatos a los epígrafes de múltiples nacionalidades, algunos jóvenes y la ambición de "refundar" y "empresarizar" la Cámara. No se escapa la contundente autocrítica a la gestión actual -auto porque actualmente Masià ya forma parte de la institución- y el recelo sobre la transparencia (o falta de esta) en las elecciones cameralEs.
"Esta candidatura es un esfuerzo común. Hasta ahora las presidencias en las Cámaras han sido muy presidencialistas, pero lo importante es el equipo con nombres y apellidos". ¡Así empezaba ayer el abogado y economista Ramon Masià el acto de presentación de su libro sobre la candidatura Vamos por trabajo! al Círculo Real Artístico de Barcelona. "Hemos promovido que haya muchas candidaturas, cosa que da riqueza a la Cámara," explica Masià. "Empresarizar la Cambra es importante porque esta tiene una calidad muy importante que no tiene ninguna otra institución en el Estado, que es que tiene 400.000 socios entre autónomos, micro, pymes y grandes empresas, y no deja nadie al margen. Además está representada en todo el mundo".
Masià no es nuevo en la Cámara. Conoce la institución a la perfección ya que lleva más de 20 años dentro de sus órganos de gobierno y por este motivo se puede permitir la autocrítica: "La Cambra, quizás porque ha tenido las espaldas cubiertas -ha tenido ingresos-, no ha hecho esfuerzos por comunicar su función", asegura, sobre el hecho de que muchas empresas no saben en que los puede ayudar la Cámara e incluso, desconocen que haya elecciones. "Nosotros, como Cámaras, hemos dejado un poco olvidado a nuestro socio y lo que pretendemos ahora es explicar que podemos dar servicios útiles, incluso de coach, para las empresas a fin de que sean muy competitivas desde el principio".
Así es como Masià quiere hacerse con la presidencia cameral, un 'coaching' empresarial para ayudar a triunfar a las empresas. "Hay una inercia de años pasados en que lo importante eran los nombres y apellidos de la lista y no tanto el ideario del programa; eso se tiene que cambiar", explica el candidato. ¿Y su estrategia? El proyecto C'mon, liderado por uno de los integrantes de Vamos por trabajo, Ramon Cobos, y que integra a varios empresarios internacionales, desde holandeses hasta chinos o pakistaníes. "No podía ser una candidatura con los catalanes de siempre, sino que había que dar entrada a todas aquellas comunidades que están sacando adelante el resto de Barcelona", explica Cobos. "Hemos hecho un acercamiento a la comunidad china, representada por Shin Hao y a la pakistaní, con Saqib Tahid". Y citando a Jordi Pujol, asevera que "son catalanes, porque catalán es todo aquel que vive en Catalunya".
Por su parte, Masià asegura que "era de absoluta justicia reconocer el papel de los empresarios internacionales: tenemos 2 candidatos chinos, varios asesores, etcétera. Queremos hacer una reforma legislativa dentro de las Cámaras a fin de que el C'mon sea un órgano consultivo obligatorio para asesorar a las empresas que vienen de fuera", explica el presidenciable. En definitiva, el proyecto de los catalanes de fuera.
Uno "sí" contundente al voto electrónico, pero con ciertos recelos, pone punto y final al acto de Masià. "Soy muy partidario del voto electrónico, pero tiene mucha problemática porque es experimental. Tiene que ser con garantías, y este no sabemos cómo es. Hay detalles que son fundamentales, y la Cámara no está haciendo el suficiente para aclarar como tendremos que votar el mes de mayo". Y una amenaza: "Si no tenemos garantías tomaremos medidas para garantizar que no haya un pucherazo, que es el peligro inminente que tenemos, pero deseamos que a través de una serie de escritos que hemos hecho a la Generalitat y a la Cámara nos lo aclaren".
Por último, Masià se abandera como el integrador: "Las cámaras tienen la dualidad que son mucho locales y al mismo tiempo internacionales, y se trata de combinar el tamaño con la internacionalización. Creemos que la Cámara de Barcelona puede ser un buen ejemplo y uno en lo referente a nivel estatal y europeo. Podemos competir con otras cámaras europeas para acabar formando una red europea de cámaras de comercio que cooperen, y no ser sólo un think tank sino construir un proyecto europeo común y armonizar la legislación a partir de la mediación y el arbitraje", se propone.
Y es que la Cámara es, de hecho, el grupo de empresarios más grande y con menos condiciones de Catalunya. Hace más de 16 años que se mueve al ritmo de la batuta de Miquel a Valls y su equipo, quien el 8 de mayo dirá adiós a la silla porque ya no se puede volver a presentar. Un adiós que servirá para renovar la institución, ya que, de manera inédita en la historia cameral, hay cinco listas que se debatirán las sillas camerales en estas elecciones. Algunas lenguas aseguran que uno de los candidatos, el financiero Carles Tusquets y su lista es "el continuista", aunque él lo niega. Por otra parte, la fusión de Crous y Torres puerta potentes apoyos y el aval de la Pimec. Ramon Masià apuesta por la internacionalización, y por último están las listas de independientes: la de las mujeres de 50a50 y la de los empresarios independentistas. Una batalla a cinco bandas y mucho en juego.