¿Se puede considerar la energía nuclear o el gas fuentes energéticas verdes? Esta es la cuestión que hace tiempo que pesa sobre las mesas de Bruselas. En un primer momento puede parecer una respuesta sencilla, ya que el gas y la energía nuclear generan emisiones a la atmósfera y de residuos, respectivamente. Pero la Comisión Europea abrió la puerta a considerarlas energías verdes afirmando que teniendo en cuenta "el asesoramiento científico y el actual" se considera que hay espacio para que tanto el gas natural como la energía nuclear tengan un papel relevante con el fin de facilitar "la transición hacia un futuro basado predominantemente en las renovables". Es decir, para considerarlas verdes casi por accidente, ya que estas son necesarias para el proyecto de descarbonización de la Unión Europea. La propuesta de la Comisión ha levantado polvareda y este martes las comisiones de Medio Ambiente y de Economía del Parlamento Europeo se han inclinado para rechazarla.
Las inversiones en centrales de energía nuclear y de gas no se tienen que considerar verdes según estas comisiones. Con 72 votos a favor, 62 en contra y cuatro abstenciones, estas dos comisiones aprobaron conjuntamente objetar a la redacción actual de las reglas de la "taxonomía verde" sobre las plantas de energía atómica y las centrales de gas dedicadas a la generación eléctrica, recopilación Efe.
El renombre "taxonomía" es un conjunto de clasificaciones que pretenden orientar las futuras inversiones comunitarias en la transición ecológica. ¿Eso implica que desde Bruselas hay que consideran estas dos energías verdes? No, pero afirman que son fundamentales para garantizar una transición energética hacia la descarbonización de la economía. Argumento que no está seduciendo en el Parlamento Europeo.
Sin embargo, hace falta tener en cuenta que la opinión de las comisiones parlamentarias no refleja necesariamente la orientación que tendrá el voto a la sesión plenaria que se celebrará entre el 4 y el 7 de julio, donde los eurodiputados no podrán enmendar el texto presentado por la Comisión Europea (acto delegado), sino solo objetar, para lo cual haría falta el apoyo de al menos la mitad de los escaños (353). En esta clasificación de energías hay países que tienen intereses muchos concretos, como Francia, que quiere le interesa que la energía nuclear se considere verde.
España en contra
El pasado enero, el Gobierno reiteró su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea de incluir la energía nuclear y la generación por gas natural como energías verdes en el marco comunitario, alguna cosa que supondría "un paso atrás" y "una señal errónea" para los mercados financieros. En respuesta al borrador de propuesta de taxonomía verde de la Comisión, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, recalcó este domingo que "independientemente que puedan seguir abordándose inversiones en la una o la otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles".