A pesar de las querellas, los registros, las detenciones, el desembarque de la Guardia Civil o el bloqueo de las cuentas de la Generalitat, el referéndum del próximo 1 de octubre sigue adelante. El president Carles Puigdemont ya se ha reafirmado: "No son días fáciles, ciertamente, pero nos sentimos fuertes." Esta pulsión in crescendo ha removido últimamente al empresariado tanto catalán como español e internacional. No es habitual que la economía se moje en cuestiones políticas. De hecho, acostumbra a quererlas rehuir. "Nosotros no hacemos política", se repiten. Pero, ante el ritmo tanto trepidante como chocante de la actualidad, el sector empresarial se ha visto prácticamente obligado a posicionarse.
Poco antes del verano, Deutsche Bank y Fitch dieron por hecho que el referéndum se celebraría "tal como está planeado." No es un hecho menor. Fitch ha vuelto a jugar sus cartas. Con más prudencia. Hace tan solo dos semanas, la agencia norteamericana alertó del "gran poder" del Estado sobre Catalunya: suspender cargos políticos del govern o recortar la financiación para contrarrestar la cobertura de los costes del referéndum. Dicho y hecho.
Un banco de inversión de talla mundial como Goldman Sachs lo tiene muy claro: habrá referéndum y el independentismo obtendrá una victoria clara. Y eso que su solución al conflicto pasa por un modelo federal. Moody's también ha puesto el dedo en la llaga reivindicando que la independencia de Catalunya empobrecería España. En concreto, afectaría al perfil de crédito y a la fortaleza económica. Desde la distancia pero siempre atentos, auguran que "la separación de Catalunya de España es poco probable." Principalmente, por los grandes obstáculos. Aunque dentro del 'poco' ya se incluye tal posibilidad.
Adaptarse y brindar
Multinacionales como Ryanair y Seat también han tomado partido. ¿La clave? Adaptarse. El jefe de marketing de la aerolínea low cost, Kenny Jacobs, ha asegurado que Ryanair crecerá en Catalunya. Con o sin independencia. "Todo negocio te dirá lo mismo, tanto si es un supermercado como una aerolínea", ha precisado. De la misma forma, el presidente de la automovilística, Luca De Meo, ha dejado muy claro el papel de Seat: "Adaptarnos a las condiciones, como hacemos en muchos países, como con el Brexit."
El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha valorado en los últimos días la situación en Catalunya. Ya ha advertido de "cambios nominales de domicilio" y "planes de contingencia" con la independencia a la vez que descarta "mover a la gente porque, al final, hay unas inversiones hechas y un entorno que ha propiciado que se hayan hecho estas inversiones." Del foro empresarial de Bilbao al de Vigo, ha defendido una "solución política" al proceso de acuerdo con "la ley y las instituciones vigentes". "Tiene que haber diálogo, aunque ahora suene a brindis al sol, dada la celeridad de los acontecimientos", ha destacado.
Baile de cámaras
Entre Cámaras de Comercio, hay un poco de todo. Las Cambres de Girona, Tarragona, Sabadell y Lleida han movido ficha a favor del Govern. "Estos hechos [querellas, registros y detenciones] muestran inequívocamente la falta de voluntad para encontrar soluciones aceptables al deseo mayoritario de la población de Catalunya para poder manifestarse sobre el futuro y deterioran seriamente la posibilidad de un futuro acuerdo y el prestigio de España y Catalunya en el exterior". Defienden así y de forma conjunta el derecho a decidir de los catalanes y reiteran su apoyo institucional, "en estos momentos convulsos", a la Generalitat.
Mientras tanto, la Cambra de Comerç de Barcelona encabezada por Miquel Valls se ha levantado en más de una ocasión en contra de los incumplimientos del gobierno español con respecto a las promesas en inversiones y planes de infraestructuras. "Ni dinero ni papeles". Ahora bien, Valls ha augurado que el referéndum no se hará y en caso de hacerse, "será otro 9N." Y pase lo que pase, considera que Catalunya no puede estar "ni un momento, ni un segundo, fuera de Europa."
El presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, se ha opuesto al referéndum por activa y por pasiva. "No valdrá porque no es legal", y eso que directamente considera que no se hará. Hace menos de ocho meses aseguraba que la independencia no se produciría, cuatro meses más tarde asumió que el procés no había afectado a la economía catalana y ahora vuelve de nuevo a la carga defendiendo que la independencia "sería una catástrofe para Catalunya, España y el resto de Europa".
Juego de patronales
Entre patronales, hay un poco de todo y más. Antes del verano, Foment del Treball cargó contra la ley del referéndum y la tildó de "golpe de estado jurídico contrario al derecho interno e internacional, y un ejercicio de enorme irresponsabilidad política de consecuencias impredecibles." Ahora, ha preferido no mojarse de nuevo y esperar para volver a pronunciarse públicamente. La patronal vallesana de la Cecot que está integrada dentro de Foment sí que ha querido decir la suya y no precisamente en la misma línea. Defienden que "consultar nunca tendría que dar miedo", reclaman diálogo y consideran la actuación del Estado en Catalunya como una "anormalidad democrática".
Paralelamente, Pimec se muestra a favor del derecho a decidir con "un referéndum acordado" con el Gobierno central y también "cumplir con la legalidad" sin "obviar los sentimientos." Ante la intervención de instituciones y finanzas de la Generalitat, la patronal presidida por Josep González ya ha expresado su rechazo a "cualquier tipo de actuación en que impere la imposición y la fuerza." O lo que es lo mismo, defiende "la democracia, la libertad de expresión y el derecho a decidir" y rechaza todo aquello que lo impida. Está del lado de "la mayoría del pueblo de Catalunya."
A pesar de admitir que "hay un problema político", la CEOE ha apoyado "todas las acciones necesarias para hacer cumplir la legalidad vigente" ante la convocatoria del referéndum "ilegal". La solución del presidente de la patronal española, Joan Rosell, es buscar una "vía intermedia" con la reforma constitucional entre "la independencia y el acatamiento porque sí y una sumisión total."
El punto de los Círculos
"Estamos horrorizados con lo que pasa en Catalunya." ¿Con qué exactamente? Con el referéndum. Según el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, este proyecto que divide a la gente es "totalmente demencial" por lo que considera que "algunas personas han perdido temporalmente la cabeza". Suya es la frase: "Los empresarios huyen de Catalunya como de la peste". Desde el Círculo, reconocen que hay un sentimiento de malestar que es "necesario gestionar" pero consideran que se tiene que mantener el orden constitucional y se tiene que recuperar "el espíritu de la transición" para "mirar al futuro".
Después del caso de la 'desaparición' de las preguntas en Puigdemont durante las jornadas de Sitges del Cercle d'Economia, el lobby liderado por Juan José Brugera no ha querido opinar sobre el referéndum. "No queremos saltos al vacío, queremos continuidad", aseguraba antes de añadir que "lo que quiere el Cercle es que los políticos hagan su trabajo, dialoguen y lleguemos a una solución para conseguir un encaje favorable de Catalunya a España, si es que eso es lo que se resuelve." Pero frente a la estricta actualidad, prefieren mantenerse al margen.
Bancos, agencias de rating, cámaras o patronales y círculos... De aquí y de allí. Coinciden en qué el conflicto es "político". Asumen aquello que a menudo rehúyen. Sin embargo, discrepan sobre cuál es la mejor forma de solucionarlo. Tampoco están de acuerdo en sí se hará o no el referéndum. Algunos se atreven a criticar el asedio del Estado en Catalunya mientras que otros prefieren quedarse en un segundo plano. ¿Legalidad o democracia? Es tan importante lo que se dice como lo que se deja de decir.