Llenar el cesto de la compra es cada vez más caro. Los consumidores hemos visto como muchos alimentos básicos como la leche o los cereales han disparado el precio en los últimos meses y el Gobierno busca soluciones para atenuar el impacto de la inflación a los hogares. Esta misma semana, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha anunciado que reunirá asociaciones de consumidores y grandes distribuidores con el fin de buscar un acuerdo para intervenir y regular el precio de algunos productos básicos. ¿Cómo lo hará y en qué alimentos se aplicará?

 

La idea de que sobrevuela ahora mismo en la Moncloa es poder intervenir en el precio de una treintena de productos considerados de primera necesidad que más se hayan encarecido con el objetivo, según la vicepresidenta, de fijar una cesta de la compra "básica, absolutamente legal y que no vulnere el derecho de la competencia". El mecanismo sería lo mismo que el Estado ya ha utilizado con el precio del gas o de otras materias: imponer un precio máximo de venta.

Díaz asegura que hay un gran oligopolio en el sector alimentario (ya que cinco grandes distribuidoras concentran el 50% del mercado) que se está enriqueciendo con la excusa de la guerra y que ha ampliado en más de un 40% los márgenes empresariales. "A los productores les compran las naranjas a 15 céntimos, y los ciudadanos las pagamos a 1,48 euros. Las patatas se pagan a los productores de nuestro país en torno a 18 céntimos y se están vendiendo a 1,35. El ajo llega a los supermercados con un incremento de casi el 800%, Es una barbaridad", ha lamentado. Por eso, cree que, tal como se ha hecho con el mercado energético, hace falta una intervención estatal.

¿Cuáles de los alimentos que han subido más de precio podría intervenir el Estado?

Según han explicado fuentes gubernamentales, en un principio se intervendrían entre 20 y 30 productos que han subido mucho precio con la inflación y que son esenciales a los hogares. Es el caso de la harina y los cereales, que se han encarecido más de un 30%, una cifra similar a la de los huevos y la leche, un 20%. De hecho, se trata de un efecto dominó, ya que los ganaderos han visto cómo se incrementaban sus gastos y, en consecuencia, se han visto obligados a incrementar precios. El encarecimiento del trigo también ha afectado al precio de la pasta y el pan, en un 15%. Por otra parte, el coste de los aceites y la carne también aumentado en un 12%, seguido de productos frescos como las frutas y las verduras, que por término medio se han encarecido un 10,5%. El café es otro producto que podría ser intervenido, ya que ha crecido un 11,8%.

Pero también hay otros ejemplos que tampoco necesariamente van ligados a la compra de los productos básicos para el hogar. Por ejemplo, la leche en polvo para los bebés es un alimento de necesidad que las farmacias han hinchado hasta un 20% más por término medio. Por todo ello, según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el gasto medio en alimentación de los hogares catalanes y españolas podría ser el 2022, hasta unos 500 euros más que en los años anteriores.

Es por eso que ahora el Gobierno está estudiando en profundidad qué productos tendría que regular. Ahora mismo se están llevando a cabo reuniones contrarreloj con grandes distribuidoras y consumidores, pero la vicepresidenta ha asegurado que se especificará más adelante los alimentos sobre los cuales se intervendrá.