La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) ha vuelto a subir los tipos de interés y mantiene así la guerra contra la inflación, que este mes de julio se ha disparado hasta el 9,1%. La subida es de 0,75 puntos, de manera que el precio del dinero a la economía mayor del mundo pasa a situarse en una horquilla de entre el 2,25 y el 2,5%. Es el segundo incremento en los dos últimos meses, después de la subida anunciada en junio (que también fue de 0,75 puntos). Pero es que este año ya se han registrado cuatro incrementos. Más allá de los mencionados, hay que sumar el medio punto de mayo y los 0,25 puntos de marzo. Unos 0,25 puntos que supusieron el fin del dinero barato, ya que fueron la primera subida desde el 2018.

El anuncio de la Fed ha tenido lugar este miércoles, después de una reunión de dos días en la cual la Junta de Gobernadores del banco central norteamericano ha reiterado que espera llevar a cabo más subidas de los tipos de interés en el futuro. La incógnita ahora es como serán estas subidas, después de que las dos últimas hayan sido de 0,75 puntos. Los aumentos de 0,75 puntos no se veían desde 1994, cuando la Fed realizó una serie de incrementos para evitar otro crecimiento desbocado de la inflación. Bien, desbocado tal vez no es el adjetivo adecuado: en aquel momento, la tasa de aumento anual de los precios de consumo era solo del 2,7%; ahora, el indicador es del 9,1%. Hablamos de cifras que no se habían visto en cuarenta años.

La Fed sigue el BCE

"El comité está fuertemente comprometido con el objetivo de devolver la inflación al 2%", ha indicado el banco central norteamericano. Sin embargo, ha dejado claro que quiere mantener siempre "niveles de empleo máximos". Es por eso que la Fed ha destacado que la creación de puestos de trabajo sigue siendo robusta, aunque indicadores recientes de gasto y producción se han suavizado.

El movimiento del banco central norteamericano sigue en lo que hizo la semana pasada al Banco Central Europeo (BCE), que decidió subir los tipos de interés en medio punto porcentual (hasta el 0,5%). Fue el doble de lo que se había anunciado anteriormente, aparte de ser la primera subida desde hace once años. La finalidad también era frenar la inflación de la zona euro, que en junio se disparó hasta el 8,6%. Al mismo tiempo, se aprobó un instrumento para que no se disparen las delgaduchas de riesgo. Con esta decisión, el Consejo de Gobierno del BCE también incrementaba la facilidad de crédito hasta el 0,75% y la facilidad de depósito hasta el 0%. Todo representa la primera subida de los tipos de interés desde julio del 2011. El precio del dinero ha estado en el 0% desde marzo del 2016, mientras que la facilidad de depósito ha sido negativa desde mediados de junio del 2014. El incremento fue mayor de lo que se había adelantado durante las últimas semanas, cuando varios miembros de la autoridad monetaria habían indicado que el alza sería de 25 puntos básicos.