La descarbonización del mix energético y la apuesta por las energías renovables son los pilares básicos de la contribución de Endesa en la lucha contra el cambio climático. Actualmente cerca del 60% (59,2%) de la producción limpia de la compañía está libre de emisiones y ya se cuenta con 7.452 MW de potencia instalada renovable. Endesa prevé que en el 2050 el 100% de la energía generada sea de fuentes renovables. De hecho, en el 2019 consiguieron que el 59% de las emisiones fuera libre de CO₂.

Sin embargo, la transformación la tiene que hacer toda la sociedad y no solo el sector eléctrico. Por este motivo, es importante fomentar la movilidad eléctrica como una de las principales vías para luchar contra el cambio climático.

Un aspecto importante para esta transformación es la digitalización, que permitirá facilitar los procesos, las operaciones y los trabajos que hasta ahora se habían llevado a cabo con unos mecanismos y herramientas más tradicionales.

Las energías hidráulica y fotovoltaica

Hay que destacar que la producción vinculada a las energías renovables está estrechamente ligada a la meteorología; la energía hidráulica está vinculada al volumen de precipitaciones anuales, a las nevadas acumuladas durante el invierno, y al aprovechamiento de las reservas de agua en los pantanos y caudales.

Con respecto a la energía fotovoltaica, España es el país europeo con mejores condiciones para captar los recursos solares. Endesa sigue un modelo de desarrollo de instalaciones que incorpora acciones de Creación de Valor Compartido en los entornos donde opera. Entre estas acciones hay, por ejemplo, la incorporación de mano de obra local, la contratación de servicios de la zona para los trabajadores y el desarrollo de proyectos de interés por la comunidad.

Autoconsumo: esencial para la descarbonización

Un aspecto fundamental para alcanzar los retos de descarbonización y de reducción de las emisiones de CO₂ es el autoconsumo. Por ejemplo, una vivienda unifamiliar de tamaño medio con 8 plantas fotovoltaicas instaladas puede ahorrar hasta un 30% en su consumo energético (supone unos 500 €/anuales).

El vehículo eléctrico también juega un papel importante en el nuevo modelo energético, ya que el transporte es el uso energético que tiene unas emisiones de efecto invernadero más elevadas. Por lo tanto, una electrificación de los vehículos permitirá reducir considerablemente estas emisiones.