14 años. Este es el tiempo que se ha tardado en poder utilizar el enlace entre la autovía A-2 del Baix Llobregat y la autopista AP-7 en Castellbisbal. La primera piedra se puso el año 2007 y, en principio, tenía que acabarse 4 años más tarde, en el 2011. A partir de aquí una serie de retrasos han provocado que hasta hoy no se haya puesto en funcionamiento, 14 años de obras y 10 de retraso, y, para acabar de adobarlo, sobrecostes.

En un principio, este enlace buscaba que los usuarios se pudieran ahorrar los peajes en las conexiones AP-7/B-30 con lo A-2, sin embargo, claro está, se ha inaugurado hoy, miércoles 1 de septiembre, justo el mismo día que los peajes de la AP-7 han levantado las barreras de forma definitiva, una casualidad maravillosa.

En resumen, después de reiterados anuncios incompletos por parte del Estado de reanudación de las obras y de su finalización, finalmente en torno a las doce del mediodía de este miércoles han empezado a circular los primeros vehículos. El presupuesto final del enlace se ha elevado hasta los 88,2 millones de euros por un tramo de 2,4 kilómetros, y la previsión es que la vía beneficie a 1,5 millones de vecinos del Vallès Occidental y el Baix Llobregat.

Imagen del momento en que unos operarios abrían el enlace al público - ACN

La ministra asegura que el Estado "cumple"

La encargada de inaugurar este nuevo enlace ha sido la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que ha defendido que la infraestructura certifica que el Gobierno "cumple", aunque teniendo en cuenta los 10 años de retraso, cumple, sí, pero no con los plazos iniciales.

La ministra también se ha vanagloriado de que el Gobierno "cumple con las infraestructuras, la movilidad, con Catalunya y, sobre todo, con los catalanes y catalanas. Desde 2018 hemos reiniciado obras que estaban paralizadas, hemos acabado proyectos históricos como la variante de Vallirana", pero estamos en los mismos términos.

Para Sánchez, esta obra es el mejor resumen que permite poner de manifiesto que desde el Ejecutivo español siguen trabajando para conseguir una ampliación en la red de carreteras del Estado.

Asimismo, Sánchez ha anunciado que este mes está previsto someter a información pública el proyecto de obras de terminación de la autovía de conexión de la Ronda Litoral con la C-32 y también ha informado de que, antes de acabar el año, se someterá a información pública el proyecto de trazado del entorno del Baix Llobregat.

Características técnicas del enlace

Con respecto al apartado técnico, el nuevo enlace entre la autovía A-2 y la autopista AP-7 en Castellbisbal ha consistido en la construcción de dos calzadas con dos carriles por sentido, que atraviesan el Llobregat, la riera de Rubí y las líneas de Adif (el AVE Barcelona - Madrid, Rodalies y Mercancías) a través de dos viaductos, uno por sentido. Además, la calzada derecha de la vía de enlace cruza el ramal Barcelona-Girona de la AP-7, por medio de un paso superior, y después discurre paralela al margen derecho de la AP-7 y conecta finalmente con la citada autopista.

La longitud aproximada total de viales que ha comprendido la actuación es de 6,5 km, teniendo el tronco de la autovía de enlace una longitud de un km, y la sección transversal está formada por dos calzadas con dos carriles de tres metros y medio cada uno, arcenes|riberas exteriores de dos metros y medio e interiores de un metro y bermas exteriores de un metro y medio.

Imagen principal: La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante la inauguración del enlace en Castellbisbal - ACN