El presidente de Seat, Luca de Meo, ha asegurado que no le "inquieta" que se pare el país por las protestas contra la sentencia en Catalunya, sino que lo que inquieta es que "para que se corte una carretera tengan que parar la planta". Además, aunque ahora parece que todo va bien a Seat, dice que la situación siempre es frágil: "Mi trabajo es demostrar que no pasa nada operativamente, pero si eso sigue, el grupo tiene otras opciones, dispone de plantas en casi todos los países de Europa".
En una entrevista este lunes en La Vanguardia, de Meo ha explicado que decidieron parar la planta de Martorell en motivo de la huelga general del 18 de octubre por prudencia: "No sabíamos si todas las piezas iban a llegar y también porque nos podíamos encontrar con 6.000 personas esperando que arrancara la línea".
Afirma que cuando llegó para liderar la planta, tuvo la sensación que Barcelona y Seat "vivían de espalda", por lo que explica que por eso apostó por integrar el grupo en asociaciones, en la Barcelona Tech City o en el Mobile World Congres (MWC). "Seat representa el 4% del PIB de Catalunya y el 12% de las exportaciones. Somos el primer inversor industrial de España", señala.
La opción Renault
Preguntado por una posible oferta por ocupar el lugar de consejero delegado de Renault, como recoge la prensa francesa, De Meo ha evitado hacer comentarios "sobre rumores", y ha sostenido que su compromiso actual es con Seat, con el grupo Volkswagen a España y con la industria automóvil de país.
Por otra parte, pone en valor la actual autofinanciación de la empresa: "Algunos creen que mi trabajo consiste en ir a Alemania a pedir inversiones, cuando la realidad es que lo que se invierte en Seat se genera aquí. Esta empresa se autofinancia desde hace cuatro años".
Asegura que se ha centrado en "cambiar la mentalidad en una empresa que llevaba muchos años desmoralizada", e insiste en que ve en Seat bien posicionada, aunque dice que todavía queda mucho trabajo porque lo que pide el mercado y el regulador es un gran desafío, según él.