La presencia de mujeres en el mundo de la tecnología y la innovación es escasa, y ya hace tiempo que es un debate presente en el mundo empresarial. De hecho, el ecosistema emprendedor sólo cuenta con un 22% de mujeres. Hoy, el congreso de emprendedores paralelo en el Mobile World Congress, el 4YFN, también se ha hecho eco con la conferencia 'El talento femenino como principio y ventaja competitiva' debajo el paraguas de BStartUp del Banco de Sabadell.
Un debate a cinco bandas con nombres femeninos potentes del mundo de la emprendeduría, como la presidenta ejecutiva de Holaluz, Carlota Pino; la fundadora y CEO de Spain StartUp, Maria Benjumea; la fundadora de Mujeres Tech, Cristina Aranda; la directora general de Amadix, Rocío Arroyo y la CEO y cofundadora de AllWomenTech, Laura Fernández.
A menudo se habla de la necesidad de incorporar mujeres a las empresas, tanto por temas morales y sociales como por la eficiencia económica que representa, pero todavía estamos lejos de un ecosistema empresarial paritario. Las ventajas de contar con diversidad de género en la empresa, así como diversidad de edades, culturas y lenguas, es un tema muy teorizado y probado, pero poco practicado. Y si además estas empresas son tecnológicas o científicas, la ratio todavía se comprime más. ¿A las mujeres les da miedo la tecnología? ¿En el dinero le importa el género? Preguntas, respuestas y una máxima: "Hay que hacer la tecnología más sexi".
Mujeres, una ventaja competitiva
"Las mujeres nos tenemos que convencer a nosotras mismas de que podemos llegar donde queramos", afirmaba Maria Benjumea. Y es que a menudo se dice que las mujeres no se creen su potencial y "no se saben vender". "La sociedad quiere mujeres", asegura Benjumea, "porque somos el 50% del talento mundial y somos muy buenas costalero empresas".
Por su parte, Carlota Pi asegura que "tener talento femenino en una empresa es una oportunidad y una ventaja competitiva muy grande". Uno de los problemas que apunta Pi es que muchas veces cuesta encontrar mujeres en el sector, "pero sí que hay, sólo se tiene que saber buscar bien".
Siguiendo el argumento de Pi, Laura Fernández apunta que contratar mujeres para los equipos de las empresas es "ciertamente una ventaja competitiva, pero no sólo a nivel económico sino también a nivel social". Romper estigmas en la tecnología como manera de dirigir.
Hacer la tecnología "más sexi"
Ciertamente, la cantidad de mujeres que buscan trabajo en el sector tecnológico y ingenieril es, de lejos, mucho más escasa que los hombres. ¿Y porque pasa eso? Según Cristina Aranda, uno de los grandes problemas es la educación que se los mujer a las chicas, y "lo que hace falta es que tengan claro que se pueden dedicar a lo que ellas quieran, sin estigmas de género".
Uno de los retos es, pues, "hacer la tecnología más sexi, femenina, atractiva para las mujeres", de manera que no sea una puerta cerrada de entrada. "Enseñarles que podemos cambiar el mundo", acaba Aranda. Además, la invisibilización de la mujer a lo largo de la historia es un problema añadido: "Sólo aparecen un 8% de mujeres en los libros de texto de la escuela", afirma.
Por último, Pi relaciona este problema educativo con otro concepto: el lenguaje. "Sólo cambiante 'Escuela de ingenieros' por 'Escuela de ingeniería', sin condicionar por sexo, el número de matrículas femeninas aumentaría mucho", apunta.
En definitiva, mucho para hacer y todavía más para aprender. Hoy día, con la tecnología y la revolución digital parece que todo es posible. La revolución de la mujer también tiene cabida aquí.