El Ayuntamiento de Terrassa cortará el agua a aquellas empresas o pequeños comercios que no estén al día de pago. Este hecho supone una novedad, ya que hasta ahora el reglamento del servicio de agua no contemplaba hacer cortes de ningún tipo de usuario. Lo que sí que se hacía es que en caso de que algún cliente no pagara el servicio, se iniciaba un proceso administrativo que, después de las protocolarias notificaciones, acababa en un embargo de las cuentas del deudor. Ahora el Ayuntamiento de Terrassa trabaja en la modificación de este reglamento con el principal objetivo de permitir el corte del servicio del agua para usos industriales y comerciales que no paguen la factura.
Este cambio es significativo, ya que supone una contradicción con respecto a los ideales fundacionales de la compañía de agua egarense, que nació como una alternativa que no buscaba la rentabilidad económica y que aseguraba 'el agua para todo el mundo'. El paso del tiempo ha dejado las promesas iniciales en papel mojado.
En concreto, en el pleno del día 29 de octubre de 2021 ya se aprobó la modificación parcial del Reglamento del servicio municipal de abastecimiento domiciliario y ahorro de agua, de marzo de 2017, pero todavía no ha salido publicado, solo conocemos vagamente su contenido por|para una nota de prensa confusa del ayuntamiento. La propuesta contempla introducir dos cambios. En primer lugar, adaptarse a la nueva normativa que marca el orden ICT/155/2020 de 7 de febrero de 2020, del Ministerio de Industria, con respecto a los contadores de agua; y, segundo, tratar los impagos que se producen en los suministros industriales y comerciales.
En este último caso de los impagos, el Ayuntamiento de Terrassa modificará el artículo 24 del Reglamento a fin de que Taigua pueda acotar la excepción del pago en los contratos de suministro doméstico que se amparen en casos de vulnerabilidad residencial y dejar, así, abierta la posibilidad de suspender el suministro en los contratos industriales y comerciales. Queda para ver qué hará con los usuarios domésticos no vulnerables.
Desde diciembre de 2018 hasta septiembre de 2021, el importe de las facturas impagadas procedentes de los suministros industriales y comerciales superaban los 227.000 euros, una cifra que representa el 11% del importe total de la deuda de Taigua, que en menos de 3 años supera los 2 millones de euros.
Si en su momento ya fueron los trabajadores de la compañía los que pagaron la 'remunicipalización' con un empeoramiento de sus condiciones laborales. Ahora son las pymes y las tiendas de barrio las que pueden pagar las consecuencias con un corte del servicio de agua. Todo en un momento especialmente crítico para muchas de ellas.
Ante esta medida se pone de manifiesto que el Consistorio egarense no demuestra ninguna sensibilidad con los abonados industriales ni los comercios, tan tocados por la pandemia de la Covid-19, que a pesar de suponer una parte pequeña de la deuda acumulada de Taigua son los que sufrirán cortes de agua sin importar cuál es su situación económica.