Ya es un hecho: La Conselleria de Trabajo ha puesto finalmente en marcha el procés de recuento sobre las cuotas de representatividad patronal, con el objetivo de poner punto y final a la guerra patronal entre Foment del Treball y Pimec. La noticia llega con retraso, ya que la patronal de Josep Gonzàlez lleva ya tiempo "pidiendo a la Generalitat que inicie el recuento oficial", en vistas que el acuerdo entre ambas patronales no era factible.
De esta manera, la Pimec asegura que celebra que finalmente Trabajo dé el pistoletazo de salida al recuento, aunque las fuentes de la patronal aseguran que "nosotros habríamos preferido un acuerdo y evitar el aprieto burocrático que supone contar". Con todo, el acuerdo no ha sido posible, ya que el presidente de Fomento, Josep Sánchez Llibre, defiende que su patronal tiene que tener como mínimo el 65% de la cuota de representatividad, y la línea roja por Pimec es la paridad.
De esta manera, Pimec asegura que "siempre ha apostado por el acuerdo y el diálogo, y lamenta que finalmente no se haya llegado a un acuerdo con Foment del Treball que respete la unidad de acción entre las dos organizaciones". De todos modos, celebra el inicio del recuento asegurando que "es una cita histórica, ya que por primera vez las organizaciones empresariales pueden demostrar su representatividad. Han sido muchos años de agravios en los cuales no se ha permitido representar de manera justa y adecuada los intereses de las pymes y autónomos de Catalunya".
Con todo, por mucho que la Generalitat empiece oficialmente el recuento, este se detendría en seco en caso de que las dos patronales sigan negociando y lleguen finalmente a un acuerdo. En este sentido, fuentes de Fomento aseguran que "todavía somos optimistas y creemos en un posible acuerdo" y lamentan el recuento ya que "a nadie le gustan estas situaciones".
Al mismo tiempo, uno de los grandes conflictos es los criterios que se utilizarán para contar, ya que el decreto vigente contempla que tan sólo se tenga en cuenta el número de empresas afiliadas a cada patronal, y Fomento reclama que se incluyan otros criterios, como el número de empleados de cada empresa o el volumen de facturación. "No tiene sentido y no entendemos que los criterios que se aplican ahora representen nuestros valores", dicen desde la patronal de Sánchez Llibre.
En este sentido, fuentes de Fomento han asegurado a El Nacional que pedirán que se cambie el decreto del recuento, y si no se hace, "lo empezaremos a recurrir por la vía judicial", ya que "ya no es un tema de la representatividad, sino que estos criterios de ahora no nos representan y no consideramos que sean correctos desde el punto de vista económico", aseveran.
De todos modos, después de 12 años de pugna patronal parece que se empieza a hacer camino hacia una resolución. Las relaciones entre Sánchez Llibre y Gonzàlez están cada día más fracturadas, pero no se mujer del todo por perdido la posibilidad de un acuerdo de última hora.