Uber ha denunciado Élite Taxi y Taxi Project 2.0 por promover una "campaña de amenazas, boicot e intimidación" a los taxistas que aceptaron adherirse a la aplicación de la multinacional en Barcelona ante la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO).
En un comunicado, la compañía lamenta que desde el lanzamiento del nuevo servicio en la ciudad, el pasado 16 de marzo, los taxistas han llevado a cabo acciones como la identificación de los taxistas que operan a través de la plataforma, con la difusión de sus nombres números de licencias y teléfonos privados "para ser asediados y amenazados". En este sentido, Uber asegura que "centenares" de conductores no han empezado a trabajar con la aplicación de Uber o se han dado de baja por miedo a represalias. Con todo, la empresa ha solicitado que se adopten medidas cautelares para poner fin a estas presuntas prácticas de los taxistas.
El director de Uber en el Estado, Juan Galiardo, ha denunciado la campaña contra los taxistas que están dispuestos a trabajar con la plataforma desde el pasado desde marzo, "Después de varios meses de acoso continuado a los conductores que querían utilizar Uber y con el objetivo de garantizar que puedan utilizar nuestra aplicación sin miedo, hemos interpuesto una denuncia ante la Autoridad Catalana de la Competencia contra Élite Taxi, Taxi Proyecto 2.0 y sus responsables", ha confirmado Galiardo al comunicado.
La llegada de la aplicación causó algún tira y afloja con el Institut Metropolità del Taxi (IMET), que hasta mediados de abril no autorizó la plataforma a operar con un precio cerrado, es decir, con la tarifa 3. El organismo, pero mantuvo abierto un expediente informativo para que certificara las obligaciones fiscales, laborales y en materia de protección de datos.
El IMET había advertido a los taxistas que trabajaran a través de la aplicación de Uber y no ofrecieran la T3 se les abriría un expediente, que podía derivar en una sanción con multas de entre 251 y 1.250 euros.
El retorno de Uber
Uber volvió a operar en Barcelona desde las 08:00 horas del pasado 16 de marzo con servicios de taxi y de 'car sharing' o uso temporal de vehículos, de mano de 350 taxistas. Desde aquel preciso instante, los taxistas se pusieron en pie de guerra contra el retorno de la multinacional.
En aquella ocasión, Galiardo, explicaba en un comunicado que, "después de varios meses de trabajo con las principales asociaciones del sector y las administraciones públicas, por fin volvemos a Barcelona". Y, además, añadía que "lo hacemos no solo integrando el taxi, sino también a los servicios de Social Car y del transporte público de Barcelona a nuestra aplicación. Hoy ponemos nuestra plataforma al servicio de los barceloneses porque, cada día, tengan más alternativas para dejar su coche a casa".