La falta de acuerdo y la negativa de la mayoría de los Estados miembros han sumado un último fracaso en Bruselas en el intento por establecer una política unitaria única que haga frente a la crisis energética actual. Así pues, los ministros de Energía de la UE no han llegado a un acuerdo sobre un límite a los precios del gas para mitigar la crisis energética en Europa en medio de profundas divisiones sobre una propuesta inicial que muchos calificaron de "broma", en palabras textuales de la misma ministra española de Transición Energética, Teresa Ribera. Ahora, los ministros se reunirán la primera quincena de diciembre para intentar salvar las diferencias, ha avanzado al ministro checo de Industria, Jozef Sikela. Este representa el país del cual ocupa la actual presidencia de la UE, y ha añadido que los ministros han conseguido adoptar un par otras "medidas importantes", como compras conjuntas de gas para evitar que la competencia intracomunitaria haga subir los precios, la solidaridad de suministro en momentos de necesidad y acelerar la autorización de fuentes de energía renovables. Propuestas que se han quedado en acuerdos ya repetidos anteriormente y que lo único avanzado es prolongarles.
Reacciones negativas
Varios ministros que han asistido a la reunión de la mañana de este jueves ya se quejaron de que la propuesta de límite de precio del gas sobre la mesa, presentada por la Comisión Europea solo dos días antes, estaba claramente diseñada para no ser utilizada nunca. El ministro griego de Energía, Kostas Skrekas, dijo que el límite "no es en realidad un techo" a los precios del gas y que "se está perdiendo un tiempo valioso sin resultados". El plan de límite de precios, a los cuales la comisión nunca interesó, establece un umbral máximo de 275 euros por megavatio hora. Sin embargo, viene con tantas condiciones que ni siquiera se habría activado en agosto, cuando el precio del gas se disparó brevemente por encima de los 300 euros, alarmante en Europa acostumbrada a precios históricos en torno al 10 por ciento.
Miedo a los topes
La propuesta de límite solo se activaría si el límite de 275 euros se incumplió de manera continuada durante al menos dos semanas, y después solo si el precio del gas natural licuado (GNL) superara los 58 euros durante 10 días en este mismo periodo de dos semanas. A modo de ejemplo, el precio del gas al por mayor en Europa rondó el jueves los 124 euros, según el principal referente TTF. El límite de precios propuesto por la Comisión se consideró neutralizado por la presión de miembros como Alemania y los Países Bajos, que temían que un límite podría desviar el suministro de gas hacia mercados más lucrativos, especialmente el Asia. No obstante, al menos 15 países de la UE, más de la mitad del bloque, quieren algún tipo de techo viable a los precios al por mayor del gas para hacer frente a la crisis del suministro forzada por la guerra de Rusia a Ucrania. Aunque la Unión Europea no ha prohibido el gas ruso, el Kremlin ha ido cerrando los grifos como represalia para las sanciones impuestas por Bruselas a raíz de la ofensiva de Moscú. Antes del conflicto, el suministro de gas ruso representaba más del 40 por ciento de todo el gas importado a la Unión Europea, con la potencia exportadora Alemana especialmente necesitada.