Cereales sobrantes de la marca Kellogg's se reaprovecharán en Tarragona para hacer cerveza artesana. La multinacional de alimentación, con una única fábrica en Catalunya y el estado español ubicada en Valls, dará el excedente del popular arroz tostado con chocolate, los 'Choco Krispies', a la cervecera La Gardènia, en Alcover, para elaborar una cerveza con los cereales sobrantes.
Se ha bautizado como 'Rosita Kellogg's Choco Krispies'. La cervecera saca así al mercado una nueva variedad de 'Rosita', su cerveza artesana, mientras la compañía de cereales y 'snacks' reduce el despilfarro alimentario. Su objetivo es alcanzar una reducción del 50% antes del 2030, según fuentes de la compañía.
Kellogg dará toda la producción de 'Choco Krispies' que no se puede vender al público y que, por lo tanto, acabaría en la basura. Es un sobrante que no se puede comercializar por aspectos como las variantes de gramaje respeto lo que se indica a la etiqueta o por daños en los envases.
"Es inevitable que durante el procés de producción se descarte cierta cantidad de producto; nuestro objetivo es reducir al máximo este despilfarro y siempre que sea posible, reutilizarlo para el consumo humano," asegura Amparo Lobato, responsable de Asuntos Corporativos de Kellogg en España. Se trata de "dar una segunda vida a los alimentos con una cerveza artesana elaborada de forma sostenible", se apunta desde la compañía, remarcando que son cereales sobrantes del procés de producción, pero que están en perfectas condiciones para el consumo humano.
El arroz que produce Kellogg proviene del Delta del Ebro y se procesa en la fábrica situada en el polígono industrial de Valls. En el municipio del lado, Alcover, se encuentra la cervecera La Gardènia, especializada en la producción de cerveza artesanal elaborada de forma sostenible. Dado que el arroz se presta perfectamente al maridaje con la malta, base fundamental para la elaboración de la cerveza, Kellogg propuso a la cervecera el aprovechamiento del popular arroz con cacao rechazado y apto para consumo humano. Se han hecho pruebas durante casi un año.
"Utilizar Choco Krispies en la elaboración de una cerveza ha sido todo un reto divertido del cual nos oímos muy orgullosos porque estamos colaborando con un proyecto sostenible que contribuye con el objetivo de residuo cero", dice Pep Pérez, cofundador de cervezas La Gardènia. El resultado final es esta nueva línea de cerveza rubia de su marca principal, 'Rosita', macerada con miel. Por su parte, la cervecera se compromete a hacer una aportación económica a entidades no lucrativas que promuevan la producción sostenible de arroz del Delta del Ebro.