El futuro del aeropuerto del Prat sigue a debate. Aunque ahora el proyecto de ampliación y las inversiones están suspendidas, la idea no se ha detenido definitivamente. Aena sigue presionando para recuperar el acuerdo.
En las últimas semanas, su presidente, Maurici Lucena, ha asegurado que la previsión es que haya una subida de precios gradual para volar desde el aeropuerto de Barcelona-El Prat en un futuro muy próximo si no hay ampliación. Concretamente, ha estimado que eso se producirá a consecuencia de un colapso que se produciría entre los años 2025 y 2026. Algunos expertos, sin embargo, lo ponen en duda.
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¿Qué pasará con los precios?
Según explica Pablo Díaz, experto en economía del turismo de la UOC, en ElNacional.cat, no hay motivos para pensar que subirán los precios. ¿Por qué? Pues porque el precio del billete de avión no sólo se rige por la demanda sino que depende de muchos otros factores, como las tasas y los impuestos públicos.
"La demanda tiene cierto efecto, pero no lo es todo. Si se quiere que los precios sigan siendo atractivos, la política pública puede jugar con las tasas", indica. Además, el experto calcula que la normalización de la llegada de turismo después de la covid será larga y, por lo tanto, en caso de que pasara, tardaría años. Sin embargo, cuando se habla de la posible ampliación, también se tiene que hacer pensando en años vista, ya que la construcción tardaría.
"Antes estaba la dinámica de subvencionar algunos vuelos en aeropuertos pequeños. En caso de que el Prat aumentara la demanda de forma desorbitada, los aeropuertos secundarios como el de Reus o Girona lo podrían absorber", apunta como otra opción.
Llega un cambio de paradigma: adiós al transporte aéreo
Por otra parte, Díaz también destaca otro factor importante que hay que tener con cuidado, y es el cambio de paradigma que viene con respecto al transporte. Ahora mismo, Europa está impulsando políticas verdes que incentivan el transporte en tren y eso podría repercutir en la demanda de vuelos. De hecho, en Europa, especialmente en el Norte, hay movimientos como el flygskam, que es "la vergüenza de volar" y que reivindica el orgullo de ir en tren, un indicador que las cosas están cambiando.
"Ahora la tendencia de los políticos es la contraria a aumentar el tráfico aéreo. La idea es dejar de subvencionar compañías aéreas para impulsar el transporte no contaminante. Si las autoridades toman partido y subvencionan el tren y lo conectan bien, puede cambiar el paradigma. Aquí, lo podrían hacer con el Avlo", concluye.
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Sin embargo, Aena, con los datos sobre la mesa, cree que la saturación está cerca y augura que cada vez Barcelona estará conectada con menos ciudades. "El Prat llegará al máximo de su capacidad técnica a partir del año 2025-2026. Estos son los pronósticos. Podría pasar antes o después, pero irá por aquí. ¿Qué pasará? Que entonces habrá un momento que no estará la capacidad de incorporar más rutas ni más líneas aéreas. Por lo tanto este abanico de destinos directos que estaba ampliando el aeropuerto desde hace 15 años, se detendrá. E inevitablemente, en una probabilidad muy alta, a medida que el aeropuerto se sature, los precios de los billetes de avión subirán, por parte de las líneas aéreas. Es lo que pasa en el aeropuerto de Heathrow", pronostica Lucena.