Para que la transformación del modelo energético tenga lugar a la velocidad necesaria para salvar el clima es imprescindible que millones de personas participen produciendo, intercambiando, almacenando y gestionando energías renovables, tanto de manera individual como colectiva. Hay una parte de la transición que corresponde a las empresas, como sustituir centrales contaminantes de carbón por energías renovables, digitalizar la red eléctrica o crear nuevas infraestructuras eléctricas para incorporar nuevos usos.
Pero sin la parte final de la participación de los consumidores, el cambio quedaría incompleto. Y nosotros podemos mejorar en muchos sentidos el medio ambiente: produciendo energía libre de emisiones de CO2, reduciendo la producción y el consumo de la electricidad o utilizando menos materias primas. Un ejemplo concreto sería instalar paneles solares en casa, convirtiéndonos en productores de esta energía.
¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para avanzar en la transición energética? El responsable de relaciones institucionales de Endesa, Enric Brazis, indica que "los consumidores tenemos que asumir en primera persona el reto, y eso afecta a todos los ámbitos de nuestra vida: afecta a la manera de consumir, que tendría que ser más racional y sostenible; a la hora de reciclar, dando impulso a la economía circular; a la hora de apostar por los sistemas de transporte no contaminantes, como el vehículo eléctrico; y de utilizar los elementos que tenemos a disposición para ahorrar en nuestro hogar".