Seguramente en los últimos meses has notado que los bares han subido el precio del café o que tu cesta de la compra se ha encarecido. Después de un 2021 de continua escalada, este 2022 casi todos los alimentos son más caros. Se calcula que llenar la despensa nos cuesta ahora un 5,5% más, la tasa más alta desde hace veintinueve años. En este contexto, uno de los productos que más ha subido es el café, que prácticamente ha doblado su valor. ¿Por qué?

Tres motivos principales

Básicamente, hay tres motivos que explican este fenómeno. El primero se debe a un factor productivo. El último año ha sido nefasto en Sudamérica, el principal productor mundial, ya que se han producido episodios climáticos extremos. En el Brasil, por ejemplo, han sufrido unas grandes heladas, mientras que en Colombia se han vivido inundaciones. Eso ha provocado que en un año la producción haya caído en torno a un 20%.

Por el contrario, el segundo motivo es que se ha producido un aumento de la demanda. La pandemia ha hecho crecer el consumo de café por todo el mundo, especialmente en casa. Un cambio d'habits de consumo que ha hecho desequilibrar todavía más la balanza oferta-demanda.

Por si no fuera lo suficiente, vivimos una crisis mundial de transporte y suministro, que ha encarecido todos los procesos: desde transportarlo hasta nuestra casa, hasta tostarlo o envasarlo. Todos los materiales del proceso de producción y distribución del café también se han encarecido. Son algunos ejemplos los plásticos o el papel, en buena parte, derivado por el aumento del coste de la energía, que ha obligado a las empresas intermediarias a subir precios e hinchar, todavía más, la burbuja.

El precio de los alimentos, por las nubes

Aunque el caso del café es espeluznante, cada vez son más los alimentos que se encarecen. Según las últimas del IPC, el alimento que más ha disparado el precio es el aceite: un 22%, porque la cosecha de este año no ha sido nada buena. También lo han hecho la mayoría de bebidas, como el agua, los refrescos o zumos en un 7,6%, igual que la carne de conejo, pollo y cerdo, que ha aumentado un 4,7%, un 3,5% y 1,5% respectivamente. En esta línea los huevos han subido un 4% y la fruta un 3,5%. Por ejemplo, los tomates de ensalada se han encarecido un 16,9%, las peras han subido un 15,6%; y las manzanas, un 15%.

Se trata de una situación provocada por el incremento inflacionista en costes energéticos, materias primas y auxiliares, así como las dificultades de aprovisionamiento, que en conjunto suponen una seria amenaza para las empresas y la ocupación del sector.

Lo peor de todo es que es previsible que la tendencia al alza de los precios se mantenga en los próximos meses, vistas las previsiones sobre los precios de la electricidad y los carburantes. Ante estos incrementos los sindicatos ya reclaman un aumento de los salarios conforme con el aumento de la inflación.

Alerta con la técnica para camuflar la subida de precios

Delante de todo eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha tirado una alerta por la práctica que muchas empresas están aplicando para camuflar la subida de precios cuando vamos a comprar en los supermercados. Se trata de reducir el gramaje de los productos. Es decir, en el mismo envase poner menos producto. Por eso, desde la organización recomiendan comprobar exactamente el precio por gramo y no dejarnos llevarse porel packagin. En este sentido, el OCU ha advertido que también tenemos que ir con cuidado con los lotes ahorro o los packs familiares, ya que suelen utilizar la misma estrategia.