El trayecto Vic-Barcelona o Barcelona-Vic es suficiente para evidenciar las carencias de inversión en la R3 de Rodalies. Un trayecto que hoy hemos hecho con el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, y el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, saliendo de Plaça Catalunya sobre las diez y media de la mañana y llegando a Vic a las 12 del mediodía. Una hora y media de trayecto, que ha acumulado más de 15 minutos de retraso y que según explican los usuarios habituales de la línea, "eso pasa bastante a menudo". Un trayecto para reivindicar la necesidad del desdoblamiento de la vía, que está en su mayor parte una vía única, cosa que dificulta mucho la afluencia de trenes.
Durante el trayecto se han ido incorporando varios alcaldes de la zona, como el de Centelles, Josep Paré o el de Balenyà, Carles Valls. En Vic se han acabado adhiriendo la alcaldesa de Vic, Anna Erra; la alcaldesa de Montcada i Reixac, Laura Campos; el alcalde de Ripoll, Jordi Munell; el de Manlleu, Àlex Garrido, el de Torelló, Marçal Ortuño; el de Sant Quirze de Besora, David Solà y el presidente del EMD de Sant Antoni de Balenyà, Josep Antoni Vallbona. Todos ellos han coincidido en reivindicar este desdoblamiento "del todo necesario para superar las carencias", además de "exigir al Estado el cumplimiento de las inversiones promesas" que hace años que están sobre la mesa pero no llegan nunca.
Además, los alcaldes critican que se trata "de una infraestructura del siglo XIX puesta en un país del siglo XXI", algo "intolerable e inadmisible", que dificulta el desarrollo económico de la Catalunya Central.
Desde la Cámara, Canadell ha asegurado que "estaremos muy atentos a cómo evolucionan estas infraestructuras" y que la Cámara "no callará ante los incumplimientos del Estado". Ribó, por su parte, ha dado su apoyo "total y absoluto" a la Cámara para reivindicar estas necesidades, que, dice, "al Síndico recibimos muchas denuncias de la R3 y es un agravio muy importante para la economía del país".