Vodafone ha anunciado que cerrará todas sus tiendas en España como aparte de un proceso de "transformación".
La compañía telefónica lo ha comunicado en la primera reunión de la mesa de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que justo acaba de dar el pistoletazo de salida. En concreto, se trata de 34 tiendas en las cuales se da trabajo a 237 empleados, poco más de la mitad de los afectados por la suspensión de trabajo que afecta a poco más de 500 personas.
La mesa negociadora
La empresa ha rehusado hacer comentarios al respecto la mesa negociadora que acaba de empezar, pero reconoce que "el ajuste laboral en las áreas comerciales supone un paso más en el proceso de transformación de la compañía encaminado a impulsar la competitividad y la sostenibilidad del negocio. Se trata de una medida estructural para afrontar las condiciones desafiantes del mercado español". Los sindicatos, muy disconformes con la medida, han asegurado que "hay una falta de escrúpulos al anunciar el cierre de todas las tiendas propias".
"Se tiene que recordar el esfuerzo que estos trabajadores y trabajadoras hicieron durante los meses más duros de la pandemia, aquellos los tuvieron que atender en la población, presencialmente, para intentar suplir las necesidades de comunicación que hicieron posible que la actividad económica continuara, asegura el UGT. "Eran trabajadores esenciales, no los paganos de la falta de tacto de unos directivos incompetentes", critican.
Por su parte, la empresa ha trasladado su "máximo respeto por el procedimiento de diálogo social", que se realizará "con todas las garantías que establece la ley española para los trabajadores".
Llegar a un acuerdo
"Nuestro objetivo es llegar al mejor acuerdo posible tanto para los empleados como para la empresa, tal como siempre lo hemos hecho en el pasado," señalada Vodafone en un comunicado, en el cual señala que el ajuste en el área comercial es "un paso más en el proceso de transformación de la compañía".
Vodafone anunció un ERE el pasado 15 de septiembre que atribuyó a la competitividad del mercado español y al proceso de transformación digital en el cual la compañía se ve sumergida y en el cual seguirá creando nuevos empleos. Se trata del cuarto ERE de Vodafone en la década que, en caso de saldarse con las cifras actuales, se traduciría en más de 3.500 trabajadores despedidos como aparte del proceso.
Las partes se han emplazado al próximo lunes para volver a reunirse y fijar un calendario de negociación.