La automovilística Volkswagen ha anunciado este lunes en el marco de los Volkswagen Power Day que la planta de baterías eléctricas que prevé emplazar en el sur de Europa se ubicará en Portugal, España o en Francia, y que la opción escogida dependerá "de dónde consiga un mejor espacio y configuración". Así pues, el anuncio a principios de mes del Gobierno sobre una planta de baterías eléctricas cerca de Martorell, de la mano de Volkswagen, Seat e Iberdrola, ya no sería un proyecto tan seguro para España y Catalunya
Paralelamente, Seat estudia la posibilidad de adaptar la planta del Prat de Llobregat para acoplar baterías eléctricas, según ha adelantado El Periódico. Seguidamente, las baterías se transportarían en tren hasta Martorell para ser instaladas en los nuevos modelos de vehículos eléctricos que producirá la compañía.
El plan de Volkswagen es instalar seis fábricas de baterías eléctricas en Europa, de las cuales ya se conocen con seguridad dos emplazamientos: Skelleftea (Suecia) y Salzgitter (Alemania). La fábrica operada actualmente por el grupo en Alemania producirá estos tipos de baterías a partir de 2025 y desarrollará innovaciones en el proceso, el diseño y la química. Las dos fábricas tendrán fuentes de suministro de energía renovable y una capacidad de producción de 40 GWh anuales.
Alianza entre Iberdrola, Volkswagen y Seat
Iberdrola, el grupo Volkswagen y Seat han firmado este lunes una alianza estratégica para impulsar la electrificación en España. El acuerdo, que refuerza la colaboración que ya existe entre estas tres empresas, contempla que Iberdrola se convierta en "socio energético de referencia" del Grupo Volkswagen, al cual pertenece Seat, lo cual incluye también a los clientes finales del consorcio y su red de concesionarios. Las compañías creen que se tendrían que desplegar 350.000 puntos de recarga pública urbana e interurbana para el 2030.
La intención del acuerdo es impulsar el suministro de energía renovable con el fin de reforzar la cadena de valor del vehículo eléctrico. El presidente de Seat, Wayne Griffiths, ha destacado que este acuerdo "establece las bases para el futuro de la movilidad eléctrica en la península Ibérica, en un paso definitivo hacia su electrificación."
El acuerdo se enmarca en un proyecto conjunto de desarrollo de la movilidad eléctrica que se pretende que sirva de tractor de mayores y medianas empresas y que confían en que genere mucho empleo, especialmente para los jóvenes.