Este es un mensaje esperanzador. Que las cosas cambian, aunque esté en poco en poco. Que mundos tradicionalmente masculinos, de corbata y americana y decisiones a golpe de hombro, empiezan a diversificarse y ya no es tan extraño ver a alguna mujer. Mundos como los de las finanzas, la inversión, la innovación o la emprendeduría. De hecho, menos de un 30% de los puestos de decisión de las empresas están ocupados por mujeres, y en el mundo de la inversión en startups, las mujeres ocupan sólo un 10%. Estos datos evidencian la brecha de género en mundos potentes que carecen de mirada femenina. Pero todo avanza, y la iniciativa WeRock Capital es una evidencia.
Tequila, frambuesas, lima, menta, jengibre y sal. Son los ingredientes de su cóctel propio 'WeRock', un añadido a lo que las hace revolucionarias. Todo eso sumado a los ingredientes secretos que las caracteriza: talento, coraje, ganas de aprender y, sobre todo, una mirada femenina del mundo de la inversión y las startups. Se trata de WeRock Capital, un grupo de 60 mujeres empresarias, cada uno de sectores muy diferenciados, que hacen posible algo que no habíamos visto hasta ahora: ser las women angels del conocimiento y la emprendeduría femenina. Las women angels que quieren cambiar las reglas del juego.
Nos encontramos con tres de ellas en una cafetería del centro de Barcelona. Ellas son Helena Torras, una de las impulsoras del proyecto; la CEO de Innomads Mireia Garcia Roca y la especialista en comunicación para startups Ruth Amat, que junto con otros grandes nombres femeninos de sectores muy diversos hacen posible un club de inversión formado sólo por mujeres. "Queremos ser el trampolín para ayudar a las mujeres del ecosistema a destacar", explican.
Principalmente, el objetivo de WeRock se basa en "incrementar el número de mujeres inversoras rompiendo la barrera que hay, aumentar el número de mujeres emprendedoras que reciben financiación y, finalmente, reducir la distancia entre el mundo tradicional y el de las startups trabajando conjuntamente", explica la managing partner de PAOcapital, Helena Torras. De momento han cerrado una inversión y están a punto de cerrar otra.
De hecho, hay que tener en cuenta que actualmente, en Europa, sólo un 7% de la financiación en startups se concede a mujeres. ¿Y por qué pasa eso? La reflexión de las werockers no es nueva, pero es necesaria: "La sociedad está hecha así. No pasa sólo con la emprendeduría, pero la mujer emprendedora tiene pocas oportunidades de hacerse ver. Tenemos que asumir la parte de responsabilidad que tenemos de salir y dar la cara, muchas tienen unos proyectos espectaculares y no salen a enseñarlos, y ser visible también es parte del trabajo", explican.
Inversión femenina para talento femenino
WeRock surgió del empuje de Torras y la empresaria de retail Ana Rebollo, que, interesadas por el ecosistema tecnológico e innovador de Barcelona, quisieron entrar dando un toque diferente. "Queríamos hacer alguna cosa para estar involucradas en el mundo de las startups y al mismo tiempo ayudar a las mujeres", explica Torras. De aquí surgió la idea de WeRock, un fondo de capital con mirada de género y una voluntad primaria "de aprender del ecosistema". "Empezamos a hacer algunas reuniones y al cabo de pocos meses ya éramos 60 mujeres", asegura.
Uno de sus principales requisitos es, desde un comienzo, sólo recibir proyectos en que haya como mínimo una mujer en el equipo fundador. En este sentido, Torras explica que cuando tomaron esta decisión "el feedback que recibíamos era que nos estábamos limitando demasiado y que no encontraríamos suficientes proyectos". "Pues, escucha, el año pasado recibimos más de 50 proyectos. Hay muchas mujeres emprendedoras y ahora que hemos hecho un poco de ruido eso se está incrementando".
Aparte de este requisito, también se pide que para presentarse para una posible inversión la startup esté en la fase inicial, la pre-seed, "ya que es cuando faltan dinero y manos", que la idea tenga impacto positivo en la sociedad y siga los ODS, y que parta de una vertiente innovadora. Generalmente, la inversión que proviene de las WeRock es de entre 20.000 y 30.000 euros "que no es demasiado", por eso su punto fuerte es el de acompañamiento y aprendizaje. Con respecto al talento femenino, Amado explica que "nos hemos encontrado algunas chicas que estaban trabajando con startups con que ya tenían bastante inversión, pero nos han venido a buscar no para que necesitaran dinero sino porque querían este valor añadido de acompañamiento en tantas disciplinas que conformamos WeRock".
En palabras de Mireia Garcia, las WeRock "tenemos muchas cosas diferenciales respecto de otros grupos, y una de ellas es que ninguno de nosotros somos profesionales del sector. Somos un grupo muy diverso, desde empresarias de inmobiliaria, del sector legal, de la comunicación... Todas tenemos muchas ganas de aportar con un espíritu muy colaborador y de ayuda y eso para una startup es muy enriquecedor, porque al final dentro del grupo seguro que tiene alguna experta de lo que la startup necesita". En este sentido, reivindica que "los otros grupos inversores sobre todo hacen inversión, y nosotros principalmente hacemos acompañamiento".
El girl power para romper barreras
El grupo de werockers está conformado sólo por mujeres y eso es parte de su ADN. ¿Por qué sólo das? "Porque hace falta un cambio", dicen. ¿Y este cambio no se puede generar también a partir de un grupo mixto? "En el mundo startup la mayoría de los inversores son hombres, igual que en los consejos de administración de las empresas. Si ponemos nuestro granito de arena fomentando este movimiento de mujeres, es positivo porque entre nosotros nos ayudamos a darnos visibilidad y enseñar que las mujeres también podemos estar en el mundo empresarial y business angel".
En palabras de Garcia, "hay una necesidad". ¿Por qué? Hay casos de emprendedoras que nos han explicado que han ido a hacer un pitch y las preguntas hacia ellas son diferentes de las que se los hace a un hombre. No es un tema caprichoso sino que por mucho que parezca que es nuevo y moderno, sigue siendo un sector de hombres. Es una manera de romper con estas reglas: la mayoría de inversores son hombres, los CEOs acostumbran a ser hombres... y no es verdad porque hay muchas CEOs mujeres pero los cuesta mucho más llegar a ser visibles".
Al mismo tiempo, Torras explica que "uno de nuestros objetivos es incrementar el el número de mujeres inversoras, pero para hacerlo primero tienes que romper la barrera de lo que supone ser mujer inversora. Con WeRock es relativamente fácil entrar en este mundo de una manera fluida y divertida. Pasado eso quién dice que estas werockers no acabarán invirtiendo mucho más de aquí unos años, pero esta es su puerta de entrada, y estamos aprendiendo del ecosistema".
Como segundo objetivo, se trata de "incrementar el número de mujeres emprendedoras que consiguen financiación", y por eso buscan mujeres CEO. "Las ayudamos invirtiendo un poco, pero al menos que sirva como trader para conseguir financiación de otros. si eso ayuda ya estamos contentas y les dedicamos tiempo en la fase que más necesitan que es la pre-seed".
La voz de la esperanza
Las werockers aseguran que "hay que dar voz a las mujeres, porque la mayoría a veces sólo se escucha a los hombres, y nosotros también nos hemos acostumbrado a que así sea. Pues WeRock estamos aquí también para decir 'Ey chicas, nos tenemos que espabilar'. Queremos ser el trampolín para ayudar a las mujeres a destacar", asevera Amado.
Al mismo tiempo, a modo esperanzador, el mensaje que tiran muestra la luz al final del túnel: "Históricamente en los ámbitos de empresa y tecnología en los que nos movemos han sido de hombres, pero ahora vivimos un punto de inflexión y cada vez son más las mujeres que estamos entrando en este mundo".
En palabras de Amado, "es un círculo virtuoso que hace que cada vez haya más mujeres. Aunque hacen falta más mujeres referentes, ahora las jóvenes pueden mirarse en el espejo de mujeres que están consiguiendo estar en el mundo de la empresa". Y es que referentes femeninos hay pocos pero empiezan a salir caras y voces líder.
Además, reflexionando sobre referentes femeninos, cabe decir que estas mujeres que ahora son referentes "se han sentido solas en este mundo de hombres y ahora están sirviendo de ejemplo a otras mujeres que quieren desarrollar su actividad en el mundo empresarial. De eso decimos sororidad entre mujeres y es lo que hacemos desde WeRock. Necesitamos diversidad en sitios de trabajo de responsabilidad, porque la diversidad aporta mejoras y tiene que formar parte de la estrategia de los grupos inversores".
Como decíamos, este es un mensaje esperanzador. Un ejemplo que con ganas de trabajar, muchas horas y una voluntad clara, las cosas empiezan a cambiar. Que la inversión empieza a tener nombre de mujer, y los referentes femeninos son, poco a poco, menos difíciles de encontrar.