Por primera vez, dos equipos catalanes, Fútbol Club Barcelona y Girona FC, disputarán una edición de la Champions League, uno de los torneos de clubs más prestigiosos del mundo, si no el que más. Y, además, la temporada 24-25, que empezará a andar el 17 de septiembre, día en que se disputará la primera jornada, estrena un nuevo formato con más partidos y más equipos, ya que en vez de los 32 que había hasta la fecha, serán 36. Se elimina la fase de grupos y cada equipo jugará ocho partidos contra equipos diferentes, cuatro en casa y cuatro fuera, con el aliciente de que los equipos no tendrán que especular con el resultado, confiando en el partido de vuelta, que no existirá.

Como todas las novedades, hay muchos interrogantes, ya que la fórmula anterior hacía muchos años que funcionaba. Esta, sin embargo, es, en principio, más atractiva y los aficionados al fútbol verán eliminatorias apasionantes desde el primer momento. El Barça recibirá en casa al Bayern de Múnich, Atalanta, BSC Young Bois y Brest y viajará al campo del Borussia, Benfica, Crvena Zvezda y Mónaco. Más difícil lo tendrá el Girona, que debuta en la competición, que recibirá en Montilivi al Liverpool, Arsenal, Feyenoord y Slovan de Bratislava y viajará al campo del París Saint Germain, Milan, PSV y Sturm Graz. Todo un reto para el equipo de Míchel que deberá ofrecer su mejor versión para salir vivo y lograr estar entre los 16 equipos que pasarán a octavos de final para seguir disputando las siguientes eliminatorias y llegar hasta la final, que este año se disputará en Múnich.

El arranque del equipo dirigido por Hansi Flick ha sido esperanzador

Aunque Barcelona y Girona afrontan la Champions con diferentes objetivos, el primero con el propósito de ganar un torneo que se le resiste desde la temporada 2014-2015 y el segundo con la finalidad de llegar lo más lejos posible, el hecho de que dos equipos catalanes hayan logrado la mitad de los cuatro equipos de la liga española es una gran noticia. Solo Madrid, con el Real y el Atlético, habían logrado un hito de estas características y ninguno de sus presupuestos económicos tiene nada que ver con el del Girona, sino que están a la altura del Barça. Pero los hombres de Míchel han sabido demostrar que con esfuerzo, tesón e ilusión se obraban milagros en el fútbol y han tenido su recompensa.

Aunque Liga y Champions son competiciones diferentes, el arranque del equipo dirigido por Hansi Flick ha sido esperanzador. Cuenta con nueve puntos en tres partidos y encabeza la clasificación. Habrá que tener paciencia con el equipo y el entrenador alemán que está demostrando temple, carácter y oficio en sus primeros compases. Ha dado pasos en la dirección correcta, incorporando jugadores de la Masia y dándoles minutos de juego, y ha revertido la imagen de un equipo apático que no jugaba a nada y que era enormemente aburrido. Veremos cuánto dura y qué efecto tendrá el retorno al Camp Nou, que está previsto para antes de final de año, con una capacidad de alrededor de 65.000 espectadores. El ansiado retorno a casa, después del viacrucis que ha sido —y está siendo— jugar en el estadio olímpico de Montjuïc.