Pensará Josep Borrell, el flamante alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la CE en el ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, con este punto de arrogancia tan característico suyo, que nadie es profeta en su tierra. Lo cierto es que la distinción de hijo predilecto de su ciudad natal, La Pobla de Segur, y el passeig Josep Borrell i Fontelles, que quería reconocer su contribución al municipio, que le fue concedido por el consistorio cuando el ayuntamiento estaba dirigido por un alcalde del PSC, va a ser rebautizado con el nombre de passeig 1 d'Octubre, en referencia al referéndum de independencia de 2017. La votación de este domingo, convocada por el equipo municipal entre los vecinos mayores de 16 años, ha sido contundente: un 78% a favor del cambio de nombre.
El camino que se inició en esta población, de alrededor de 3.000 personas y que es el segundo municipio en importancia de la comarca del Pallars Jussà, ha puesto punto final a un movimiento popular que se inició en La Pobla inmediatamente después de que Borrell abogara en un mitin en Sabadell, en la campaña electoral catalana de diciembre de 2017 —los comicios convocados por Mariano Rajoy después de que el Govern quedara disuelto tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución— por "desinfectar Catalunya" antes de "coser heridas". Su frase generó ríos de tinta y, en buena medida, aún le persigue allá donde vaya.
Sus posicionamientos políticos de punta de lanza contra el independentismo durante esta última década y que le han ocasionado más de un problema en Catalunya, le han servido, en cambio, en diferentes momentos de su vida, para proyectar su carrera política. Con Felipe González, como ministro de Obras Públicas ya protagonizó varios incidentes relacionados con las infraestructuras catalanas. Ganó unas primarias a Joaquín Almunia para ser candidato a la presidencia del gobierno español —con el PSC muy mayoritariamente en contra, por cierto— pero un asunto de fraude fiscal relacionado con dos excolaboradores suyos de su época en el ministerio de Hacienda le apartaría de la carrera a La Moncloa.
Un golpe de suerte cuando aparentemente ya estaba retirado entre Madrid, Barcelona y La Pobla, donde había adquirido una casa, una propiedad de 515 metros cuadrados con jardín y piscina, lo devolvió a primera línea al ofrecerle José Luís Rodríguez Zapatero encabezar la candidatura del PSOE en las elecciones al Parlamento Europeo, justo en un momento en que los socialistas acababan de ganar las elecciones tras el 11-M, estaban sus principales figuras colocadas en el Gobierno y nadie peleaba por aquella nominación. Borrell aceptó y de ahí se catapultó a la política europea, en la que ha permanecido los últimos años.
Aunque la votación popular se ha celebrado a tan solo dos meses de las municipales, responde a sendos acuerdos del plenario municipal en 2018 y ratificado en 2020. La pandemia del coronavirus aplazó la consulta municipal y ahora ha vuelto en plena refriega electoral aunque la participación haya dejado mucho que desear por parte de unos y de otros, ya que tan solo ha movilizado a algo más de 300 habitantes a acudir al ayuntamiento a depositar su voto a la siguiente pregunta: Respecto a la propuesta de cambio del actual passeig Josep Borrell, mi elección es: A) mantener el nombre de Josep Borrell i Fontelles. B) cambiar el nombre del paseo por el de passeig 1 d'Octubre.