A falta de cuatro meses para las elecciones en la ciudad de Barcelona, las cifras que hemos publicado este domingo sobre la opinión de los ciudadanos de la capital catalana de que Ada Colau opte a un tercer mandato son muy clarificadoras: el 84,4% está en contra. Son cifras desconocidas en un político en activo y que se complementan con que el 64,4% manifiesta poca o ninguna confianza en la alcaldesa, y solo un 13% se pronuncia a favor. El gobierno de la ciudad entre Barcelona en Comú y PSC también suspende con un 3,86, aprobándolo tan solo los votantes del primer partido con un exiguo 5,35 y no así los electores socialistas, que lo suspenden con un 3,02.

Es la segunda entrega de una encuesta para ElNacional.cat que ha realizado el Instituto Feedback, que dirige el profesor Jordi Sauret, y que en su primera parte, publicada el viernes, recogió la explosión del mapa electoral de 2019 en Barcelona tras la entrada en escena del exalcalde Xavier Triasque se sitúa en primera posición adelantando a Jaume Collboni, Ada Colau y a Ernest Maragall, que cierra el pelotón que va en cabeza. Entre el primero y el último hay cuatro o cinco concejales y algo más de siete puntos. Este domingo por la noche, otra encuesta de Gesop, en este caso para El Periódico, da unos resultados prácticamente calcados, lo que demuestra que, en estos momentos, la foto electoral está muy fijada.

Aunque faltan casi cuatro meses y los electorados han demostrado en las últimas citas con las urnas una gran volatilidad con tanta antelación, todo apunta a que en las próximas elecciones de mayo una de las variables será capitalizar entre los barceloneses la ilusión por un cambio, después de ocho años en que muchas cosas no han funcionado bien y el malestar es importante. El 77,1% considera que Barcelona está peor y solo el 15,4% cree que ha mejorado. Las valoraciones más negativas se dan en los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia y Ciutat Vella.

Y los principales problemas que tiene Barcelona, según la encuesta, son la limpieza de las calles (un problema para el 78,8%) y la seguridad ciudadana (mala para el 56,7% de los electores). Estos dos problemas están muy por encima de la gestión y organización del tránsito (37,2), mantenimiento de la ciudad (17,2%), el transporte público (13%), el acceso a la vivienda (12,6%) y la circulación de bicicletas o patinetes (11,7%). La suciedad y la inseguridad son dos problemas recurrentes en cualquier ciudad y también en Barcelona. Pero, por ejemplo, en Madrid en el ranking de preocupaciones, la limpieza (28,9%) es el segundo tras el tráfico y la inseguridad el quinto, siendo importante solo para el 11,3% de madrileños. Son porcentajes muy alejados de los que se dan en Barcelona.

Resumiendo: vamos hacia unas elecciones en que la gestión de estos cuatro años no va a ayudar a los que han estado al frente, ya que las ansias de cambio son más que evidentes. Quien mejor se posicione como una alternativa al deterioro que se ha vivido, se llevará el gato al agua.