Una legión de jóvenes insolentes y desacomplejados ha hecho este sábado noche añicos el Santiago Bernabéu. Los Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Alejandro Balde, Marc Casadó, Fermín López, Dani Olmo, Pedri, Gavi, incluso el cuestionado Iñaki Peña han dado un puñetazo encima de la mesa y se han reivindicado como los protagonistas del fútbol europeo de los próximos años. Ha pasado por el Bernabéu un auténtico huracán protagonizado por unos futbolistas que hicieron pequeños a los actuales campeones de Europa, como había hecho picadillo el pasado miércoles en Montjuïc al Bayern de Múnich.

Cuando más cuesta arriba parecía que se le ponía al Barcelona su retorno a la élite continental, sin un patrón de juego definido y con unas cuentas difíciles de cuadrar tras el desastre de la gestión económica del club en los años de Bartomeu, la llegada de un entrenador como Hansi Flick el pasado mes de julio, que solo quiere hablar de fútbol y de victorias, ha obrado el milagro. Tres meses han bastado para cimentar un proyecto deportivo netamente de La Masia, con incursiones de prestigio en el equipo de un pequeño grupo de veteranos como Robert Lewandowski, Raphinha o Íñigo Martínez. 

El Barça ha dado un puñetazo encima de la mesa en el Bernabéu y ha ganado más que tres puntos; los jugadores se han reivindicado como los protagonistas del fútbol europeo de los próximos años

Suficiente para aplastar al Madrid por 0-4 y dejar al Madrid de los Mbappé, Vinícius, Camavinga, Bellingham como un equipo vulgar y sin ideas. Incapaz de entender el fútbol del Barça, la velocidad con la que mueve el balón o su posicionamiento en el terreno de juego, llevando su defensa al límite del centro del campo. El equipo de Mbappé, considerado por algunos el mejor jugador del mundo, hizo hasta 12 fuera de juego en 90 minutos, ocho de los cuales protagonizados por el francés. Uno cada ocho minutos. El brasileño Vinícius hizo poca cosa más aparte de protestar y un par de infructuosas carreras por la banda que acabaron en nada. A los 60 minutos, el Real Madrid ya había bajado los brazos, bien por cansancio o porque no sabían cómo responder a unos jugadores con hambre de victorias y un atrevimiento insultante.

El Barça ha ganado en el Bernabéu bastante más que tres puntos. Y el Madrid ha acabado con su imbatibilidad de 42 encuentros y sin alcanzar el récord del Barça de Ernesto Valverde en las temporadas 2017 y 2018 de 43 partidos. El Bernabéu encajó la derrota con una suma de estupor, enfado con Ancelotti y perplejidad por lo que había visto. Como en las grandes ocasiones en que el Barça ha dado un puñetazo encima de la mesa, el público abandonó el estadio antes del final, como en el 0-5 de 1974, el 2-6 del 2009, en el 0-4 del año 2015 o en el 0-3 de 2017. El 0-4 de este sábado noche completa una semana excepcional y, por fin, el barcelonismo puede volver a soñar. El Barça ha vuelto.