Cuando se cumplen tres semanas de las elecciones celebradas en Venezuela el pasado 28 de julio, prosiguen las protestas y las denuncias de fraude electoral contra el gobierno de Nicolás Maduro. Este sábado se han producido protestas y movilizaciones en unas 350 ciudades del planeta, entre ellas Barcelona y Madrid, y se calcula que un total de 7,7 millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años. Aunque el régimen de Maduro es, hasta la fecha, indemne a la protesta internacional, la presión sobre el fraude electoral es tan amplia e importante que existen dudas de que la respuesta de las autoridades pueda seguir siendo esquivar las denuncias.
El problema fundamental radica en el hecho de que las autoridades venezolanas se nieguen a publicar las actas electorales, lo que permitiría hacer un repaso sobre las fortalezas de las denuncias que se han presentado. La cerrazón del régimen de Maduro no ha hecho otra cosa que contribuir a dar credibilidad a las denuncias que ha habido y fortalecer la posición de Argentina, Costa Rica, Chile, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, de cuyos países Venezuela retiró el personal diplomático a las 48 horas de los comicios, cuando se conoció que el Consejo Nacional Electoral daba el triunfo a Maduro con el 51,95% de los votos.
La presión sobre el fraude electoral contra el régimen de Nicolás Maduro es tan amplia que existen dudas de que la respuesta pueda seguir siendo esquivar las denuncias
El último movimiento denunciando el fraude se ha producido desde la ONU, donde un grupo de expertos ha cuestionado, en un informe preliminar, los resultados y el hecho de que las actas electorales sigan sin ser conocidas. Sin embargo, de allí donde han podido tener acceso, las denuncias de fraude electoral de la oposición serían creíbles y lo que reclama el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, tendría todo el sentido. No parece fácil que la situación de bloqueo actual pueda evolucionar en positivo, sobre todo porque quien dispone del poder tiene siempre mayores resortes.
Sin embargo, este es un caso especial y además los países vecinos están en una actitud beligerante con Maduro, lo que hace que la protesta permanente de las autoridades venezolanas contra Estados Unidos tenga menos fuerza. En las últimas horas, además, la oposición asegura haber reunido casi el 85% de las actas, que certificarían la amplia derrota del régimen chavista. España y otros países han pedido la publicación de las actas y una mayor transparencia a medida que la crisis política se hacía más amplia. El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos hizo lo propio este viernes. Pero nada de todo ello parece hacer mella en Maduro, que como única respuesta tiene la amenaza de la fuerza para acabar con las protestas que, además, cada vez son más amplias también en el interior del país.