Dos diputados de Esquerra Republicana en el Parlament han denunciado a un agente de la Policía Nacional por haberles escupido e insultado frente a la Jefatura Superior de Policía, en Via Laietana, de tan negro recuerdo en el pasado reciente. El agente estaba uniformado y llevaba un arma larga. El anterior resumen no es un relato de ciencia ficción, ni es tampoco la sinopsis de una novela que, sin duda, triunfaría en las librerías.
Es un hecho real del pasado 23 de julio, cuando los parlamentarios Josep Maria Jové y Jenn Díaz se dirigían al Palau de la Música para asistir al acto de entrega de las Creus de Sant Jordi. Dos apuntes más: hace unos meses, la parlamentaria ya denunció que unos desconocidos le habían destrozado el coche en su localidad, Sant Andreu de la Barca. Y otro, se cumplen tres semanas de la agresión al fotoperiodista Jordi Borràs por parte también de un agente de la Brigada de Información de la Policía Nacional que, entre otras lindezas, le rompió la nariz al grito de "Viva Franco". No consta que haya sido retirado de servicio.
Hace ya varios meses que esta tribuna viene denunciando la impunidad con que se está actuando contra el independentismo. La violencia gratuita en las calles a veces contra ciudadanos anónimos, pero otras contra personas perfectamente reconocibles como los dos diputados o Borràs. O el caso del ataque a Catalunya Ràdio. Al final, existe la impresión que estos actos acaban en un expediente archivado y poca cosa más. Mientras, dos diputados denuncian que han tenido miedo ¡al pasar por delante de la Jefatura Superior de Policía! Eso es extraordinariamente grave.
Erradicar el fascismo de las calles catalanas es una prioridad y una obligación democrática de los poderes públicos. Lo es de la Generalitat y muy particularmente de los Mossos d’Esquadra. Pero también de la delegación del gobierno español cuando los implicados son agentes de policía que creen que la impunidad actual es un salvoconducto para actitudes intolerables que hay que denunciar y perseguir sin ningún tipo de matices.