Se cumple este lunes el tercer aniversario de los sangrientos atentados de Barcelona y Cambrils, reivindicados por una célula de Estado Islámico, que se saldaron con un total de 24 muertos de los que ocho eran terroristas. Tres años han pasado de la masacre de aquel agosto y pese al tiempo transcurrido continúan sin estar resueltas muchas incógnitas, empezando por el papel del imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, confidente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y que fue visitado varias veces por la Policía Nacional antes de los atentados.
Es Satty había sido reclutado por el CNI en 2014, en un cruce de favores después de que fuera detenido y encarcelado: no sería deportado a Marruecos, se le proporcionaría el acceso a la mezquita de Ripoll y a cambio facilitaría a los servicios de seguridad información relevante de cualquier movimiento que se pudiera producir, desembocar en proceso de radicalización y, finalmente, acabar en un hecho violento. El CNI ha venido sosteniendo que Es Satti escapó a su control pero lo cierto es que han sido vetadas todas las investigaciones parlamentarias que se han ido proponiendo. Primero con un gobierno del PP y en los últimos tiempos con uno socialista. Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han liderado así la respuesta del deep state para saber lo mínimo posible fuera de las versiones oficiales.
No es exagerado preguntarse el porqué de la cerrazón del Estado cuando ha habido numerosas vidas civiles perdidas y la convulsión en Catalunya fue importante. De aquellos días queda también la actuación de los Mossos resolviendo un atentado ellos solos y emergiendo como una policía integral capaz de hacer frente a una situación tan difícil en un tiempo récord y ante un cierto vacio de los cuerpos de seguridad de Estado y sobre todo de sus responables políticos.
¿Por qué no se pueden investigar parlamentariamente los atentados? ¿Por qué no es el gobierno el primero en querer liderar una explicación satisfactoria, primero para las familias de las víctimas y después para el conjunto de la ciudadania? Mientras nada de eso suceda, sobrevolarán dudas suficientes para que no se pueda dar ninguna versión por definitiva.