Acaba de hacer público el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible una inversión de 32 millones de euros para el corredor mediterráneo en una nueva fase de la terminal Madrid-Vicálvaro, en el que será uno de los nodos logísticos estratégicos para el tráfico de mercancías. Con este contrato, dice Adif, se avanza en la remodelación integral de la terminal Madrid-Vicálvaro, un proyecto al que se destinarán más de 300 millones de euros "para responder a las tendencias en la gestión de terminales de mercancías". También se puntualiza que se ubica "en un punto estratégico del mapa logístico de España que articula la red de distribución de mercancías, sirviendo de conexión entre los corredores mediterráneo y atlántico, lo que le otorga un gran potencial".
Una vez más, se ve cómo es de lesiva la articulación radial de España y la apuesta, al precio que sea, de la potenciación de Madrid como eje articulador de cualquier proyecto. El día a día de los diferentes gobiernos del PSOE y del Partido Popular eclipsa muchas veces las actuaciones que se llevan a cabo por parte de los sucesivos gobiernos españoles. Hay que remontarse hasta los años 90 para encontrar las primeras demandas del corredor Mediterráneo y desde aquel inicio académico y político hubo que esperar más de una década hasta el 2004 para que se colocara la primera piedra.
En España se ha fomentado que todos los trenes acaben llegando a Madrid al precio que sea
Se acumulan desde entonces 20 años de retrasos y nueve ministros en las obras de una infraestructura que discurrirá desde la frontera francesa hasta Algeciras, uniendo ciudades como Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Málaga y conectándolas con el resto de Europa en ancho internacional y con alta velocidad. Es, indiscutiblemente, la zona que genera mayor riqueza, mueve más pasajeros y aunque el Gobierno mantiene que las obras estarán ejecutadas en 2030 y el tramo que unirá Almería con Francia se pondrá en marcha en 2026, los empresarios tienen serias dudas de que, por una vez, se cumpla el calendario.
Si en las últimas décadas se ha hecho ideología con algo en España, ha sido con la política de transportes fomentando una radialidad inexistente y que todos los trenes acaben llegando a Madrid al precio que sea. Se ha hecho para ello que den las vueltas que sean necesarias y, así, hoy se llega más rápido de Madrid a Valencia que desde Barcelona. Se ha estrangulado la economía mediterránea, se ha perjudicado a millones de personas y lo peor es que en la capital se sigue escondiendo la cabeza debajo del ala.