Si se tuviera que poner nota al examen sobre derechos humanos al que se ha sometido este miércoles España en Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el suspenso sería atronador. Una lista de países de primer nivel occidental como Estados Unidos, Bélgica, Italia, Suiza, Canadá, Países Bajos, Austria, Rusia o Alemania y otra de estados de nivel diferente pero igualmente importantes como Irán, México, Egipto, Costa Rica, Argentina, Venezuela y un largo etcétera sacaron a España tarjeta roja o amarilla en una jornada que, por más paños calientes que ponga la diplomacia española, le costará olvidar. Allí, sentados en el banquillo, tuvieron que aguantar numerosas críticas por situaciones que conocemos bien: falta de libertad de expresión y de reunión, violencia policial, el trato a los inmigrantes, el combate contra la xenofobia...
Quizás fue el representante de Suiza el que hizo el mejor resumen de lo que fue la jornada matinal: "El pasado franquista sigue siendo un reto para España". No resulta cómodo de escuchar esto en un examen en Naciones Unidas por más que una noticia tan relevante consiga ser convenientemente maquillada y la opinión pública española casi no llegue ni a enterarse. Pero sí, eso sucedió este miércoles en Ginebra. Quizás por ello no es tan extraño que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que intervenía en el foro económico de Davos, a unos cientos de kilómetros de Ginebra, necesitara comenzar su intervención señalando que España es una democracia. Es curioso que algo que ya no decía Felipe González en sus últimos años de mandato y tampoco José María Aznar lo hayan tenido que ir repitiendo estos últimos años cada vez que salían de casa tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez.
El deterioro de España en cuanto a pérdida de libertades está siendo analizado desde diferentes organizaciones de derechos humanos y de todas ellas emerge un resultado similar. Se ha intentado borrar esta imagen con aquel desgraciado invento de Josep Borrell llamado España Global y dirigido por la exdiputada de UPyD Irene Lozano. Mucho dinero gastado para nada, muchas mentiras propagadas que no han sido compradas por la opinión pública internacional, para acabar en el punto actual: ¿ha superado España del todo y en todos los ámbitos el franquismo?