La cúpula del PDeCAT, o lo que queda de ella, se enfrascó este domingo en las redes sociales en un debate sobre el futuro de los presupuestos generales del Estado de Pedro Sánchez. En los últimos meses, no es ninguna novedad que los dirigentes del partido que estaba llamado a ser el espacio de los postconvergentes y que ha quedado como una operación puente entre la extinta CDC y Junts per Catalunya, o incluso la Crida, ventilen sus discrepancias de puertas a fuera de la organización. La convivencia es difícil entre el pasado que apuesta por parecerse lo máximo posible a la Convergència de antes y el futuro, con dirigentes muy próximos a Carles Puigdemont, menos contemporizadores con los gobiernos de Madrid.
Pero llevar las discrepancias sobre los presupuestos generales del Estado a la arena pública es una imprudencia. Sobre todo, porque las formaciones independentistas —Esquerra y PDeCAT— han vinculado su voto a los presupuestos a una propuesta política del gobierno español y también a presos, exiliados y referéndum. El debate con el secretario de organización y diputado del PDeCAT, Ferran Bel, que defendía que podían facilitar su tramitación en el Congreso, intentó zanjarlo la vicepresidenta del partido y también diputada, Míriam Nogueras, recordándole que votaría no a los presupuestos porque así lo había decidido el partido y que lo mismo harían con su tramitación.
Los dos tótems de Junts per Catalunya, el president en el exilio, Carles Puigdemont, y el president de la Generalitat, Quim Torra, avalaron enseguida a Nogueras. No quedó ahí la cosa. Bel volvió a la carga y puntualizó a Nogueras que es falso que la posición adoptada por el partido afecte a la tramitación presupuestaria en la Cámara, ya que de hacerlo así se tendrían que sumar al PP o a Cs, o bien el PP y Cs se deberían sumar a su enmienda a la totalidad. Nogueras ya no siguió. Y el coordinador general, David Bonvehí, permaneció fuera del debate.
Los partidos pierden posiciones por su división o por sus incumplimientos. El PDeCAT hace tiempo que practica este deporte sin que nadie ponga remedio.