Para los que dudaban del peso de Pablo Iglesias en Podemos ahí está la decisión adoptada en Galicia. Las bases moradas han enmendado el acuerdo de la dirección autonómica y se han alineado con las posiciones defendidas por el exvicepresidente y a las que se fueron añadiendo la dirección del partido en Madrid. Así, Podemos no concurrirá con Sumar en las elecciones del próximo mes de febrero y ambas fuerzas políticas dirimirán, en teoría, su solidez.
En la práctica, lo más probable es que Podemos no obtenga representación alguna en las cuatro circunscripciones gallegas y que la formación de la vicepresidenta Yolanda Díaz, sin los votos de la formación morada, tampoco. De hecho, en el actual Parlamento gallego, votado el 12 de julio de 2020, solo tres formaciones tienen representación parlamentaria: el Partido Popular, que cuenta con 42 de 75 escaños, es decir, una sólida mayoría absoluta; el BNG, que tiene 19 parlamentarios y, finalmente, el PSdeG-PSOE que dispone de 14 asientos.
Quien realmente podría salir más malparada es Yolanda Díaz, ya que su proyecto político se debilitaría en víspera de las elecciones europeas del próximo junio, donde Podemos también le presentará batalla
Obtener un escaño es, por tanto, muy difícil en el ámbito de la izquierda, si no se trata del BNG o del PSOE: si lo es yendo unido, se acaba convirtiendo en casi imposible por separado. Quien realmente podría salir más malparada es Yolanda Díaz, ya que su proyecto político se debilitaría en víspera de las elecciones europeas del próximo junio, donde Podemos también le presentará batalla, probablemente con la exministra Irene Montero. Unos comicios, en los que Sumar podría llevar como cartel electoral a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
El acuerdo del gobierno de Pedro Sánchez, que dejó fuera a Podemos por voluntad explicita de Yolanda Díaz, sigue pasando factura a Sumar. Difícilmente habrá un espacio electoral fuerte a la izquierda del PSOE con este magma de divisiones. Es, por otro lado, una buena noticia para el PP y Alberto Núñez Feijóo, puesto que la ley electoral prima a las formaciones más votadas en los restos de votos. Y los populares gallegos, con un candidato sin experiencia electoral como Alfonso Rueda, se encuentran con un regalo imprevisto.
Un auténtico balón de oxígeno para Feijóo que se juega mucho en estos comicios por su doble condición de gallego y de presidente del PP. Una nueva mayoría absoluta impediría movimientos en su contra y, por el contrario, un resultado adverso facilitaría el trabajo de los que le quieren fuera de la dirección conservadora.