Ya pueden cruzar los dedos los responsables de la conselleria de Territori, del Ministerio de Transportes, de Renfe y de Adif para que esta semana no haya incidencias en la red ferroviaria catalana y nada se parezca a lo de la semana pasada. Ni el funcionamiento de los trenes de Rodalies, ni las interrupciones en los de alta velocidad, ni la información facilitada a los viajeros y tampoco los habituales problemas en las vías. No va a ser una semana cualquiera, ya que todos los focos van a estar puestos desde este lunes en el caos de Rodalies y el maltrato del gobierno español: el de los cientos de miles de pasajeros que las utilizan a diario, por descontado, pero también el político, donde Junts y Esquerra ya han empezado a pedir responsabilidades, explicaciones y dimisiones.
Por eso era importante la reunión que la consellera Sílvia Paneque había convocado en la estación de Sants con todas las partes afectadas para unificar posiciones y trasladarles la exigencia de apagar el incendio que ya hay provocado. Debe ser que ahora las cosas se hacen de otra manera, pero no deja de ser sorprendente que varios de los convocados a la reunión por la consellera Paneque se conectaran telemáticamente y rehusaran hacer acto de presencia en la zona cero del problema. De su problema. Una ausencia que además de asombrosa es de una gran falta de respeto, ya que no se puede consentir que den mal servicio y no vengan ni a dar la cara para pedir perdón.
Madrid siempre sabe los temas que tiene que seleccionar para el debate político y el anticatalanismo no falta nunca
El secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, que ocupó el sitio del ministro Óscar Puente, misteriosamente desaparecido desde que se produjeron los últimos problemas ferroviarios en Catalunya. Santano tenía que recoger un premio sobre la igualdad y la visibilidad de las mujeres artistas en un acto celebrado en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid a la misma hora de la reunión. El presidente de Renfe, Álvaro Fernández, también optó por la fórmula telemática. Sí asistió, en cambio, el presidente de Adif, Pedro Marco, que disculpó su importante retraso por las inclemencias meteorológicas en su vuelo.
Eso de seguir a 600 kilómetros de distancia los problemas debe relativizarlos bastante, ciertamente. Tanto que si uno sigue las redes sociales del Ministerio de Transportes, del ministro Óscar Puente o de algún otro alto cargo, en Catalunya toda la gestión de su departamento va sobre ruedas. No me extraña que el eco en los medios de comunicación de fuera de Catalunya sea inexistente, concienciados como están para sembrar de mentiras lo que dice el acuerdo de cesión a la Generalitat de las competencias en inmigración. Madrid siempre sabe los temas que tiene que seleccionar para el debate político y el anticatalanismo no falta nunca. ¿Rodalies? Ese maltrato siempre encuentra la respuesta demagógica e insultante: que no se hubieran gastado el dinero en el procés. Todo vale para tapar la asfixia económica a Catalunya