La era de Hansi Flick ya tiene su primer título: la Supercopa de España frente al Real Madrid. Un Barça avasallador, con una hora de futbol pletórica, de fútbol excepcional y otra media hora de resistencia por expulsión del portero polaco de pronunciación imposible, Wojciech Szczęsny, destrozó al equipo de Ancelotti con una superioridad apabullante. En una semana enormemente complicada para el club y su presidente, Joan Laporta, que ha sido perseguido por todos los estamentos deportivos del fútbol, LaLiga presidida por el madridista de pasado ultraderechista, Javier Tebas, por la Federación Española de Fútbol, la desnortada oposición barcelonista de Víctor Font y los medios de comunicación de allí y de aquí que creían que era el momento de acabar con el laportismo, el fútbol ha demostrado que es caprichoso y los jugadores del Barça han entregado al presidente de la entidad un triunfo épico para la historia.

El Barça se ha graduado con matrícula en Arabia Saudita y la nueva generación de La Masia ha demostrado que no era un sueño el inicio de temporada. Tampoco el 0-4 del Bernabéu del pasado mes de octubre, que ya deslumbró por la contundencia de un grupo de chavales y que fue capaz de dejar seco al equipo de los Vinícius, Mbappé, Rodrigo, Courtois y toda esta legión de jugadores blancos comprados a golpe de talonario. El Barcelona se ha encontrado con una generación de futbolistas de un talento que no tenían a su edad, los Xavi, Iniesta, Piqué, Puyol, Sergio Busquets y tantos otros que compusieron un equipo legendario a partir de 2005. Quizás solo Leo Messi era capaz de despuntar a la edad de la legión de estrellas de ahora.

Hay entrenador, hay equipo y hay futuro. Es necesario que, por una vez, se piense en ganar títulos y se dejen de lado las continuas batallas intestinas en el interior del club

Los Lamine Yamal o Pau Cubarsí con 17 años, los 20 años de Fermín y Gavi, los 21 de Marc Casadó o los 22 de Pedri deben dar una enorme tranquilidad al club. Hay entrenador, hay equipo y hay futuro. Es necesario que, por una vez, se piense en ganar títulos y se dejen de lado las continuas batallas intestinas en el interior del club. Hansi Flick ha dado al equipo la madurez que necesitaban los jugadores y lo ha hecho con un patrón de juego atrevido y valiente, desacomplejado, y creando un ambiente en la plantilla difícil de lograr, en que todo este grupo de jóvenes se compenetra a la perfección con jugadores en la recta final de su carrera como Íñigo Martínez (33) o Robert Lewandowski (36) o el portero polaco de 34 años.

Los especialistas en fútbol del diario ya harán la crónica deportiva, pero hacerle encajar al Real Madrid nueve goles en dos partidos y recibir solo dos demuestra la diferencia que hay entre uno y otro equipo. Este domingo, el Barça hubiera podido ampliar el resultado con una goleada de escándalo si la expulsión merecida del portero Szczęsny hubiera estado acompañada de la expulsión de Camavinga y Vinícius, que merecieron la segunda tarjeta amarilla y el árbitro se la perdonó. Pero a estas alturas, eso es poco importante y lo relevante es la victoria del Barça frente a todo y frente a todos, demostrando, una vez más, una capacidad de resiliencia frente a las adversidades que debe hacer sentir orgullosos a los barcelonistas. ¡Muchas Felicidades!