Gabriel Rufián y Míriam Nogueras volverán a encontrarse en el próximo Congreso de los Diputados al haber sido designados ambos como cabezas de lista de Esquerra Republicara y de Junts per Catalunya. Y lo harán tras unas elecciones el próximo 23 de julio que se celebran en unas condiciones francamente difíciles para los partidos independentistas, ya que la polarización izquierda-derecha será máxima porque puede haber alternancia de gobierno en España y una entrada de Vox en el ejecutivo -condiciones ambas que juegan a favor del PSOE y del PSC en Catalunya- con el acceso de Alberto Núñez Feijóo a ocupar el palacio de la Moncloa, algo que acabará abriendo una grieta en las expectativas de Junts.
Dicho rápido, si los republicanos fueron capaces de absorber una parte del voto socialista o de los comunes en 2019 hasta encumbrar a Rufián a la primera posición, alcanzando 13 de los 48 diputados, la situación en los comicios de julio es sensiblemente diferente para ellos y más difícil. En el caso de Junts, que alcanzó ocho diputados y fue tercera fuerza política detrás de los 12 del PSC, en cambio, todo lo que no sea crecer será un mal resultado. En cualquier caso, el mayor riesgo que cubren ambas formaciones es no ser capaces de resistir la ola españolista que se va a producir, y acabar siendo víctimas del voto útil.
Por si todo ello no fuera ya un problema para ERC y Junts, se suma la fuerte pulsión abstencionista que se está llevando a cabo desde diferentes plataformas políticas. Ya se percibió en las municipales, sobre todo a través de las redes sociales, y nada lleva a pensar que en las españolas vaya a ir a menos. Este voto de castigo a las formaciones independentistas acaba siendo, indirectamente, un voto a favor de los partidos españolistas, pero aquellos que lo promueven lo saben perfectamente y lo que quieren es un cambio de rumbo tanto en los republicanos como en los juntaires.
Rufián y Nogueras tienen otra cosa en común: el apoyo granítico de los máximos dirigentes de ambos partidos. Así se puede decir sin ambages que son los candidatos de Oriol Junqueras y Jordi Turull, que han apostado fuerte para que encabezaran las respectivas candidaturas por Barcelona. En el caso del secretario general de Junts pidiéndole incluso al exconseller de Economia Jaume Giró que renunciara a presentarse a las primarias, para dejar el camino libre a la actual presidenta del grupo parlamentario de Junts en el Congreso de los Diputados.
En cualquier caso, y más después de las recientes elecciones municipales, nadie discute, en principio, al PSC las máximas opciones para ganar las españolas en Catalunya y, en cambio, todo el mundo aventura una batalla importante por la segunda plaza que, incluso, con el viento de cola puede llegar a disputar el PP, si asegura una posición fuerte en Barcelona y Tarragona.