La visita de Pedro Sánchez a Barcelona este domingo para asistir a un acto de los socialistas catalanes y muy especialmente de apoyo a Jaume Collboni, el alcaldable del PSC por Barcelona, demuestra la enorme importancia que tiene la conquista de la capital catalana para el PSOE. Las malas expectativas de Sánchez tanto en Madrid como en Andalucía lo obligan a intentar la conquista de una ciudad que perdió en 2011 y sobre la que no ha tenido ninguna opción en los últimos 12 años, pese a que cuando Jordi Hereu fue desalojado de la placa de Sant Jaume, los socialistas llevaban 32 años con la vara consistorial y sucesivamente habían gobernado la ciudad Narcís Serra, Pasqual Maragall, Joan Clos y el propio Hereu.

No son para Collboni unas elecciones fáciles, ya que ni capitaliza la acción del gobierno municipal, donde Ada Colau recoge todos los triunfos que haya, ni tampoco puede participar en exceso de la crítica a la alcaldesa, porque ha formado parte de su equipo de gobierno durante las dos últimas legislaturas y lo ha abandonado muy al final, el pasado 23 de enero, y ya en puertas de la presente campaña electoral. Además, la irrupción del exalcalde Xavier Trias en la campaña como candidato de Junts, y su fuerte personalidad como candidato moderado frente a posiciones más radicales de su partido, le afecta negativamente a Collboni.

No en balde Trias y Collboni se juegan una franja de un electorado común, cosa que, obviamente, no sucedería en otro tipo de elecciones como españolas o catalanas con el actual discurso de muchos de los dirigentes de Junts. En esta disputa que mantienen para esta franja del electorado tan amplia e importante, el candidato socialista tiene a favor la importante maquinaria electoral del PSC, ampliada, en esta ocasión, con el hecho de que el PSOE esté en el Gobierno español, que siempre es un plus para las candidaturas socialistas en los municipios de la conurbación de Barcelona.

Pero si hacemos caso a las encuestas, el PSC lo que tiene que trabajar mucho más que hasta la fecha es el espacio a su izquierda y especialmente con los comunes. En las pasadas catalanas, el PSC obtuvo buenos resultados con Salvador Illa en estos barrios de Barcelona más cercanos a la izquierda y hoy, en cambio, están más identificados con Colau que con Collboni. Y ahí sí que entra Sánchez y televisiones como Antena 3 o Telecinco, con un fuerte peso castellanohablante, cuando ante unos comicios municipales tan difíciles el botín de Barcelona maquillaría su previsible derrota en otros feudos importantes.