Un reciente sondeo de la CNN da al expresidente de Estados Unidos Donald Trump una ventaja importante frente al actual inquilino de la Casa Blanca Joe Biden, si ahora se celebraran las elecciones presidenciales, previstas para el 5 noviembre. Han de pasar muchas cosas, ciertamente, tanto en el plano político como en el judicial, donde Trump tiene por delante una serie de obstáculos antes de poder oficializar su candidatura. Pero no deja de ser sorprendente que después del asalto al Capitolio, en enero de 2021, la sociedad norteamericana aún mantenga la confianza en el candidato republicano.
Habrá que estar muy atentos, en consecuencia, a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que ha anunciado que estudiará en febrero la decisión de Colorado de excluir al expresidente de la papeleta de las elecciones primarias de 2024 en ese estado. Fundamentalmente, porque la sentencia se aplicará a todo el país y resolverá de manera uniforme otras demandas que se han presentado en otros estados para descalificar a Trump. La clave va a estar en una enmienda constitucional del siglo XIX, la número 14, que prohíbe la presentación de cualquier persona que haya participado en rebelión o insurrección para ocupar un cargo federal.
La cuestión fundamental va a estar en el nivel de participación de Trump en los disturbios del Capitolio, sobre lo que aparentemente no hay duda alguna, ya que los alentó con frases inequívocas. También, como sostienen los letrados de Trump, que esta enmienda constitucional no es de aplicación al expresidente. Sea como sea, el expresidente republicano se ha revelado ya como un peligro para la democracia en Estados Unidos y solo la timorata gestión de la presidencia de Joe Biden a sus 81 años puede ofrecer alguna clave de la sorprendente situación en que se encuentra la sociedad norteamericana, teniendo que escoger entre dos candidatos con tan poca popularidad.
No deja de ser sorprendente que después del asalto al Capitolio la sociedad norteamericana aún mantenga la confianza en el candidato republicano
El sistema de primarias en Estados Unidos siempre suele deparar alguna sorpresa, con candidatos alcanzando la nominación cuando no partían como favoritos. No parece que sea esta la ocasión, ya que difícilmente algún demócrata competirá con el presidente, que ya ha expresado su voluntad de acudir a un nuevo mandato. En las filas republicanas, si la Corte Suprema permite la candidatura de Trump, tampoco el expresidente tiene rival en su partido. Su principal rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aparece 30 puntos por detrás de él.
En resumen, con unos pronósticos que dan vértigo, la posición que acabe adoptando la justicia estadounidense acabará siendo determinante.