Una encuesta elaborada por YouGov, la firma internacional de mercados y análisis de datos con sede en el Reino Unido y que cotiza en el mercado alternativo de inversión de la bolsa de Londres, acaba de hacer público un estudio elaborado en diferentes países de la Unión Europea que pone de manifiesto que el apoyo a Ucrania en la guerra que mantiene con Rusia se ha deteriorado notablemente. Hemos pasado de un apoyo sin fisuras a Ucrania y a su presidente Volodímir Zelenski cuando se desató la invasión de Moscú, en febrero de 2022, a un cansancio manifiesto de los europeos que se decanta ahora porque Moscú y Kyiv alcancen algún tipo de acuerdo, aunque sea a cambio de renuncias territoriales de los ucranianos.
La encuesta se ha elaborado este mes de diciembre en países como Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Dinamarca y España. Muestra que en todos los Estados cae significativamente la opción de apoyar a Kyiv hasta la victoria final y ello se hace muy evidente entre los italianos, los alemanes y los españoles. Concretamente, en España el 46% se decanta por un acuerdo con cesiones territoriales ucranianas, frente al 26% que aún siguen defendiendo que hay que avalar a Zelenski hasta que derrote al Kremlin. Los suecos y daneses son los únicos que siguen apoyando firmemente a los ucranianos en un contexto internacional marcadamente diferente al de hace dos años, cuando se inició el despliegue y la incursión de las tropas de Moscú en Ucrania.
Por muchos motivos, Europa no puede permitirse un mal acuerdo entre Moscú y Kyiv
Cuando se llevan más de 2 años y diez meses de conflicto y el próximo 20 de enero aterrizará en la Casa Blanca Donald Trump, es evidente que estamos ante un cambio de prioridades que va a tener consecuencias para Kyiv. Trump ya ha advertido que su posición no va a ser la de su antecesor, Joe Biden, que ha sido un claro aliado para Zelenski. En la nueva política internacional que se dibuja en Estados Unidos, Trump ya ha lanzado varios mensajes de final de la guerra y no hay día que no se especule con una próxima reunión entre Trump y Putin. De hecho, este jueves el Kremlin instaba al futuro presidente norteamericano a dar el primer paso para restablecer el diálogo.
En el trasfondo de todo ello está la situación en la OTAN, clave para la defensa de Europa, y Trump no ha dejado de insistir una y otra vez en que los diferentes países del viejo continente han de hacer un desembolso mucho mayor si quieren mantener los niveles de protección armamentística que tienen actualmente. Eso pasa, necesariamente, por incrementar notablemente las aportaciones en materia de Defensa, donde hay un compromiso de llegar al 2,02% del PIB, muy por encima del 1,78% actual. España está muy lejos de las dos cifras y su aportación del 1,24% del PIB es la más baja de los aliados europeos. En estos momentos, 20 de los 34 países miembros superan el 2%, empezando por el 4,12% de Polonia y el 3,34% de Estonia.
Por muchos motivos, Europa no puede permitirse un mal acuerdo entre Moscú y Kyiv. No tanto pensando en Rusia sino en el dinero, tiempo y energías invertidas en Ucrania. El mensaje de fragilidad de los europeos tendría peligrosas consecuencias en el futuro.