Tal día como hoy del año 1350, hace 675 años, en Barcelona, el rey Pedro III de Catalunya-Aragón firmaba el Privilegi de creació de l’Estudi General de Perpinyà, que se convertía en el segundo centro de estudios superiores de Catalunya y el tercero de la Corona catalanoaragonesa (después de Montpellier, fundado en 1289, y de Lleida, fundado en 1297). El establecimiento del Estudi General de Perpinyà fue una reivindicación del Consell Municipal de Perpinyà y de la diócesis de Elna; después de la transferencia de dominio de la plaza catalana de Montpellier (sede de un prestigioso centro de estudios superiores y referencia universitaria de los estudiantes roselloneses) a la corona francesa (1344).
Entre 1350 y 1379, el Estudi General de Perpinyà tuvo tres facultades: artes (humanidades en general), derecho (con las ramas de derecho romano y derecho canónico) y teología. A partir de 1379, cuando recibió la confirmación pontifical y ascendió a la categoría de universidad (bula de 28 de noviembre), suprimió la enseñanza de teología, pero incorporó la de medicina. En el año 1380, la nueva universidad pasó del centro de la ciudad al barrio de Sant Mateu, en una vía urbana que recibiría el nombre de calle del Estudi, que conecta la ciudad vieja con las murallas del Castell Reial y que, desde el siglo XVIII, se llama calle Petit de la Moneda.
Los primeros datos referidos a esa etapa iniciática nos hablan de una universidad que, a pesar de la competencia de Toulouse y Montpellier, ya tenía 380 alumnos (1394), que procedían, principalmente, de las diócesis de Elna (Rosselló, Conflent y Vallespir), de Urgell (Urgellet y Cerdanya) y de Girona (Empordà, Selva y Garrotxa). También, durante ese periodo iniciático, se produciría la paradoja de que las familias acomodadas del territorio preferirían mandar a sus hijos a Toulouse o a Montpellier; mientras que para los estudiantes de las diócesis de Urgell y de Girona, la Universitat de Perpinyà sería una oferta de interés hasta la apertura de otras universidades en el Principat durante el siglo XVI.